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Hidan no Aria

Hidan no Aria 11-12 (FINAL): Cuando el ecchi salva al mundo

Maids y yuri. Úsense en casos de emergencia

Un desenlace atolondrado, estereotípico y esperpéntico, acorde con el desempeño de Hidan no Aria como producto global. La serie explota su predisposición hacia los tópicos de la entrepierna de manera jocosa, invadiendo el terreno del combate, desbaratando de pésima forma cualquier atisbo de épica con su comedia poco exigente, aunque, cuando reposa sobre personajes deliciosos como Riko, resulta entretenida y excitante, en varios sentidos. No importa si actúa como heroína o villana, la cuarta generación de Lupin aporta siempre la solución para subsanar la carencia de intensidad e inyectarle dramatismo y sensualidad a una serie cuya tsundere protagónica solo se desempeña como distractivo fetichista o, peor aún, en plan de estorbo fanservicero con escasas virtudes para la voluptuosidad. Aunque su conversión automática al lado del bien suena artificiosa después de intentar exterminar a los héroes minutos antes con gesticulaciones psicóticas, nadie mejor para encender el potencial de Kinji merced a sus lambiscazos lésbicos. (más…)


Hidan no Aria 9-10: Rosario + Vampire

Frilly, cute and sexy

Haters gonna hate. A Hidan no Aria  no podíamos exigirle que, impredeciblemente, su trama alcance la hondura que ninguna love comedy de acción persigue, porque se trata de chicos buenos versos villanos estereotípicos en un contexto de harem. Si esta serie requería con desesperación un revulsivo para librarse del ahogamiento tsunderesco y sus redundantes tópicos, solo bastaría con reclamarle fanservice de calidad. Ni pettankos insoportables con sus bulliciosos reclamos saturados de pedancia ni protuberantes oppai que brotan como repollos sin ningún asomo de picardía, solo como carne del mercado. La única capaz de proporcionar esa cuota de astuta lujuria es nuestra imbatible ladrona Riko porque, cuando ofrece su mejor selección de mañosería, exhibicionismo y provocación, es ella quien manipula, decide, se impone, tiene el control. A diferencia de otras chicas víctimas del ecchi, ella tienta a propósito, es mordaz cuando pelea y aunque lo prefiero escondido, posee un lado melodramático. No será la mejor villana de primavera, pero como antagonista, sabe convertir la concupiscencia en fuente de entretenimiento. Digna hija de su padre. (más…)


Hidan no Aria 8: Las Juanas

Sospechábamos que Shirayuki fuese peligrosa... tanto que cuesta diferenciarla de la villana

Estas primeras semanas de junio han resultado desfavorables para mi actividad bloguera. Las elecciones, problemas con mi conexión y ahora un asunto familiar me impiden ponerme al día con debida constancia. Respecto de Hidan no Aria, la acumulación desenfrenada de tópicos de acción y melodramáticos aligera el trabajo de análisis: la apelación a paradigmas trillados hasta los límites del fetichismo es la principal objeción que muchos espectadores interponen contra esta serie y quizá después de tolerar la nada meliflua vocecilla filuda de una intolerable loli tsundere mangoneando, pavoneándose o pegándosela de estratega, reconozco que algunos cuestionamientos son válidos. Tampoco justifica que cierto grupo de fansubs se dedique semanalmente a trollearla, pero permite comprender a este reseñista por qué Aria carece de carisma incluso cuando combate. ¿Será porque las heroínas secundarias de su propia serie la relegan al segundo plano tanto en escenas de acción como en términos románticos? Otra víctima del «complejo Index». (más…)


Hidan no Aria 7: Baka Kinji

Una porrista te dará tu merecido

El caso de Aria H. Kanzaki permite discutir cuán nocivo puede tornarse la fijación de tópicos sobre un arquetipo de personaje romántico como la tsundere. No pretendo abundar en argumentos críticos sobre los defectos compositivos (falta de profundidad dramática, predictibilidad, una empatía mal cimentada) que otros comentaristas le atribuyen a nuestra díscola protagonista. Las reseñas destructivas son numerosas y quizá justificadas por el exceso de confianza en un modelo exitoso que vuelve a demostrar su rentabilidad (Aria es popular, según algunos surveys o encuestas por internet), pero que alcanzó el punto de tolerancia permisible cuando la repetición amenaza con volverse una ofensa. Personalmente, coincido con estas opiniones, pero prefiero utilizar mi reseña para preguntarme por qué Aria, a diferencia de Shana o Louise (porque Taiga es demasiado pedir), no termina de cuajar como heroína tsunderesca, y por qué aquellos tópicos dignos de deleite fetichista lucen tan anquilosados que ni siquiera inspiran la indulgencia hacia sus insultos y golpes en compensación por su faceta deredere. Desaparece del episodio y durante esa ausencia, nadie parece extrañarla. (más…)


Hidan no Aria 6: Tsundere vs yandere

Esto puede terminar mal

A mitad de temporada, se encendió la chispa de la confrontación sentimental entre Aria, nuestra heroína pettanko y tsunderesca, y Shirayuki Hotogi, quizá la mezcla más explosiva de arquetipos en esta temporada: es osana najimi (amiga de la infancia), miko (sacerdotisa) guerrera, yamato nadeshiko (la mujer japonesa ideal, hacendosa, delicada y devota), posee el factor oppai y además ciertas tendencias yandere (amorosa hasta un grado psicópata) que, en lugar, de infundir miedo, incrementa su atractivo. Cuando dos personalidades fuertes se enfrentan involucrando en su pugna al interés romántico en disputa, la pelea puede derivar en catfight, salvo que ambas sean expertas en combate y entonces la lucha «a muerte» deje de parecer una simple frase hiperbólica, una metáfora, y se convierta en realidad, con cruces de armas, amenazas de asesinato, intentos de sabotaje, acoso, trampas y cubetazos de agua sucia. Aquí nadie se jala las mechas: un duelo de damas se resuelve afilando las katanas. (más…)


Hidan no Aria 4-5: El regreso de Lupin

Oh, ladrón fantasma, kawaiiii!!!

Dos episodios con auténtico suspenso que removieron momentáneamente a esta serie de su mediocritas inicial para cumplir la función básica de cualquier serie de acción: entretener con un despliegue pirotécnico de violencia y heroísmo. El giro determinante que promovió este cambio de ritmo no provino de sus protagonistas, de sobra esclerotizados por los tópicos, sino de la sorpresiva revelación de una antagonista dura, perversa, inteligente y, para variar, más sexy que Aria. Riko actuó durante los tres primeros capítulos bajo un excelente disfraz de figura secundaria, incluso de bufona, la típica compañera del colegio que forma parte del elenco recurrente, pero además de ayudar ocasionalmente, no trasciende. Pues nos equivocamos y todos caímos en su trampa, keikaku doori. Leyendo los hechos en retrospectiva, todo parece encajar y Riko merece un malévolo reconocimiento por su insidiosa utilización del moe-ness como maniobra distractiva contra los incautos. Además, como villana de una serie que amenazaba con tornarse aburrida, divierte verla así de psicótica y lanzándose semidesnuda en paracaídas a miles de metros de altitud. Aguardemos que no se resfríe hasta el próximo duelo de pistolas dobles. (más…)