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Ano Hana

Ano hi Mita Hana no Namae o Bokutachi wa Mada Shiranai 11 (FINAL): Todavía ignoramos el nombre de aquella flor

Hacia adelante, gracias al pasado

La desgarradora confesión mutua de egoísmo que precede a la redención del grupo mediante el reconocimiento de sus culpas era previsible a juzgar por cómo venían desarrollándose los hechos que condujeron al fallido intento de mandar a Menma al Cielo, sin embargo, Ano Hana se despidió con un capítulo final meritorio, espectacular en términos de melodrama, palpitante pero melancólico hasta su clímax de desenlace. Meiko Honma aseguró un lugar privilegiado entre las heroínas más simpáticas y conmovedoras de la presente temporada ayudando a sus viejos amigos a rescatarse ellos mismos del trauma que condenaba su existencia a la parálisis, el enmascaramiento, la anomia, el placebo o la evasión. Sin sospecharlo, el deseo cuya finalidad original era salvar a Jintan, se convierte en camino de reconciliación a través de una terapia escabrosa, pero eficaz, de sinceramiento, obligando a los chicos a desahogar el remordimiento feroz que ensombreció sus vidas una década. Era necesaria la lucha antes de amansarse. (más…)


Ano hi Mita Hana no Namae o Bokutachi wa Mada Shiranai 9-10: El infierno del eterno retorno

Alta tensión

«I know. It’s the sort of love where you want to marry me, right?»

Tras disolverse las dudas que pendían sobre el testimonio de Jintan, los antiguos amigos se abocan, guiados por pretensiones diferentes (algunas poco honestas) al plan de «tránsito» de Menma al Cielo, que ella enuncia bajo el concepto de «reencarnación» y guardaría relación con las confidencias y lecciones de vida que le proporcionara cuando niña la madre de Jintan. Ano Hana ingresa en un ritmo trepidante: los personajes comienzan a enredarse en las redes que ellos mismos han tendido con su deshonestidad e incómodos silencios. La virtud del guión, la plataforma que organiza la relación entre personajes, radica justamente en ocultar información antes que revelarla, en colocar los silencios entre tantas palabras: Ano Hana podría, sin reparos, caracterizarse como una serie de vacíos comunicativos que continuamente se estrellan contra una pared de omisiones y disimulos que entierran un amasijo de resentimientos y miedos egoístas. (más…)


Ano hi Mita Hana no Namae o Bokutachi wa Mada Shiranai 8: The Super Ghost Busters don’t fight

Por favor, inviertan el sentido de esta imagen...

…porque después de este episodio, todos aguardamos que Jintan se despercuda de su amabilidad y estampe un justo y merecido puñetazo sobre la cara de galancete fracasado de Yukiatsu. Y por favor, si acado pretenden redimir al insoportable estudiante aplicado, apúrense porque anda al trote, como haciendo jogging, directo a convertirse en el personaje más odioso de 2011, si valiese la pena premiar ese abuso de patanería y complejo de inferioridad escondido debajo de la alfombra. Al menos Kyuubey ostentaba una retórica solvente, un discurso atractivo y rico en argumentos a pesar de tantos engaños y atrocidades. Yukiatsu, en cambio, a pesar de aparentar madurez y esforzarse por asumir un oscuro liderazgo, carece de discurso, pierde la paciencia con demasiada facilidad, sus únicos recursos son, además del odio, las amenazas, el insulto y el afán de humillar al prójimo. (más…)


Ano hi Mita Hana no Namae o Bokutachi wa Mada Shiranai 7: El despertar de un nuevo héroe

Hear me roar!

Según fuentes confiables, Ano Hana solo tendrá once episodios, por tanto, me permitiré cierto retraso para comentar los episodios, aguardando su comprensión. El relato ha experimentado un giro después de conocerse el contenido del diario de Menma. Hasta ahora, el aspecto más encantador de Ano Hana era el sutil seguimiento de cómo evolucionaba las tensas relaciones entre ciertos personajes clave y al interior del grupo. Y aunque esta vertiente nunca se descuida, también existía en paralelo otra trama relacionada con lo «detectivesco», pues reconstruye por fragmentos el pasado añadiendo, de forma paulatina, información pertinente para «recordar» el deseo de Menma. Yadomi ha conseguido atraer la confianza de su antigua pandilla, incluso de Yukiatsu, para recuperar las estampas de su niñez y rearmar el rompecabezas del evento traumático que explique la supuesta deuda que impide a Menma elevarse al nirvana (o cualquier escenario de tránsito espiritual). Esta línea parece cancelarse planteando un segundo desafío. (más…)


Ano hi Mita Hana no Namae o Bokutachi wa Mada Shiranai 6: Booty Call

Pinta de love hotel

Será una afirmación sexista, pero comencemos abordando nuestros prejuicios para luego desmontarlos. Según la lógica patriarcal, Naruko se merecía ese castigo (la reprobación social) por andar de callejera, en plan de guapetona provocativa, paseándose de noche en lugar de estudiar y aceptando salir de ligues con hombres mayores que -admitámoslo- exigen otra clase de estímulos, más «adultos», no meros besos ni tomadas de mano, sino diversión sin compromiso. Esa actitud relajada, frívola y descocada no podía conducirla a nada bueno para su reputación. Flaco favor le hacen sus supuestas amigas, unas auténticas descarriadas que solo piensan en chicos, ropa, karaokes y vagancia. Esta experiencia debería servirle de lección para aquietarse y volverse «chica de su casa», porque, de lo contrario, solamente atraerá a gentuza que pretenda aprovecharse de su carácter «ofertoso». Pues bien, hasta aquí los injustos reproches. Ahora, a ponerse en los zapatos de la verdadera víctima. (más…)


Ano hi Mita Hana no Namae o Bokutachi wa Mada Shiranai 4-5: Cambio de hábito

¡No te vayas!

Quizá el aspecto más chocante de estos recientes episodios sea el travestismo ocasional de Yukiatsu, producto de su incapacidad de superar el trauma de infancia que implicó un punto de ruptura tanto para el joven Atsumu como para Jintan, a quien tanto desprecia. La situación se complica cuando advertimos que el travestimiento no es consecuencia de ningún transtorno de identidad sexual, sino que tiene como objetivo al interés romántico de Yukiatsu desde que tenía siete años, sentimiento que preserva incólume como una obsesión. Como espectador y analista, me carcome la duda por averiguar o suponer qué gana, qué satisfacción obtiene o qué consuelo percibe Yukiatsu al disfrazarse de la única chica que parece haber amado, a quien -para terminar de agravar el panorama- solo recuerda como una hiperactiva e inocente niña. Un cosplay lolitesco psicopatológico que crea una atmósfera perturbadora sobre el personaje. (más…)