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Saimoe 2013. Grupo G. Primera jornada: Leyenda urbana

Faldas al vuelo

Saten-san, la candidata más exitosa de Toaru en cuatro años de participaciones en Saimoe, regresa al ruedo del torneo japonés para validar sus pretensiones al ganar el campeonato de grupo. La level cero escaló un nivel tras derrotar sin vacilaciones a Kanna Makino. La carpintera deadpan de Tamako Market acabó disputando el segundo puesto ante Mako Someya, cuya exigua votación denota el desinterés de la facción -Saki- en esta jornada de viernes que culmina con balance en negativo, aunque estas derrotas eran previsibles, pues involucran a personajes sin relevancia en términos electorales. Como indicaba en otro post, las chicas de lentes de -Saki- suelen realizar campañas discretas en Saimoe (Yuu-neechan utiliza gafas solamente durante una escena). Además, Someya-senpai, pese a pertenecer al elenco protagónico de la serie y tener una participación trascendental en diversas etapas, no goza de mucha popularidad, quizá porque sus compañeras de equipo la opacan. Su aspecto tampoco la ayuda a destacar. Kyouko, la otra eliminada, ni siquiera cuenta con seiyuu porque no pronuncia ninguna palabra y tampoco la vemos realizar algún movimiento. Los fanáticos más recalcitrantes de -Saki- apoyaron su candidatura debido a su reciente intervención en el manga. La casualidad le permitió ingresar, pues existen otros personajes «de background» más atractivos, con habilidades más impresionantes o estilos de juego más efectivos que, sin embargo, gozaron de menos respaldo, como Toyone Anetai, Aislin Wishard, las hermanas Atago (Kinue y Hiroe) o Kasumi Iwato. Trato de meterme en la mente del elector de -Saki- y comprender sus motivos. Cuando se estrene el Zenkoku-hen, estoy seguro que todas las chicas antes mencionadas obtendrán un cupo directo al torneo principal. Kanna fue quizá, de consenso, el mejor personaje de Tamako Market, pero el escaso entusiasmo qué despertó esta creación original de KyoAni repercutió sobre las posibilidades de sus chicas en Saimoe. Pese a recibir menos de cien votos, alcanzó el «lugar de la esperanza» ante una candidata con opciones nada despreciables de luchar el título del grupo. (más…)


Anime Saimoe Tournament 2013. Grupo 12 de Preliminares. Friends forever

Ruiko Saten le permite a Railgun exorcisar sus temores de jornadas anteriores y fortalecer sus esquivas aspiraciones al campeonato. Para encabezar esta gesta, ha elegido al personaje idóneo: en tres años de competencia, la Level cero es, maravillosa paradoja del destino, la representante de la franquicia Toaru que realizó la performance más exitosa y también la única que alcanzó el top-8 (en 2010, derrotó a Fate Testarossa y Fumino Serizawa para coronarse campeona del grupo H). Acompañada de su leal amiga Kazari Uiharu, la dupla ocupó los primeros puestos del bloque 12 de eliminatorias: operó el voto por combo para devolverle la sonrisa a los fanáticos de Biribiri y recuperar el entusiasmo. -Saki- completó el podio gracias al aporte del demonio rubio de Shiraitodai. Awai Oohoshi cumplió la tarea para beneplácito de su mentora Teru y sumó otra ficha no solo para su facción, sino también para su escuela. Las chicas del mahjong forman un equipo tan variado y numeroso que podemos subdividirla de varias formas: el elenco original cuenta con experiencia y laureles, pero su único título le pertenece al spin-off. Sin embargo, esta ocasión, no hubo clasificación múltiple: salvo el dueto de Railgun, el resto de candidatas proviene de series diferentes. Trece en total, un excelente indicador acerca de la diversidad que predomina en esta edición del certamen. Tanta que incluso Mikasa Ackerman, la heroína de Attack on Titan, casi provoca una sorpresa de dimensiones colosales (si entienden la alusión). La chica del six-pack estuvo a punto de comerse a sus rivales (okey, esta referencia fue demasiado cruel) y causar el batacazo de la temporada. Lideró la votación durante algunas horas (alrededor de 06:00-08:00), pero a medida que avanzó el sufragio, su candidatura fue desinflándose y terminó cediendo hasta caer al quinto puesto. Unos cinco minutos extra y Kumin-senpai la mandaba más abajo. El trolleo duró poco, pero resultó suficiente para asegurarle un puesto de clasificación. Hinata Hakamada, la chica Oh! de Ro-Kyu-Bu! mejoró su dribbling y esquivó a la hermana de Eren en las últimas horas. iM@S ha perdido oxígeno: Mikimiki no logró colarse en la parte superior del tablero, se ciernen dudas sobre el desempeño de 765 Production en el torneo principal. Otras dos debutantes de primavera conquistaron su pase directo: Amy, de Gargantia, y la inefable sirena aficionada al licor Muromi-san, que garantiza una cuota de locura mitológica en Saimoe.

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Toaru Kagaku no Railgun S 2: Una cierta tarjeta de débito

Distingamos entre historia y narración. El primer término se refiere al conjunto de hechos que constituye un relato. El segundo concepto alude al acto de contar esos sucesos, la manera de exponer y desarrollar la información. Narrar no implica necesariamente ajustarse al orden cronológico de los acontecimientos. Por ejemplo, los guionistas pueden mantener un dato escondido acerca del pasado para revelarlo pocos capítulos antes del final (las historias detectivescas emplean esta estructura). Tampoco es obligatorio seguir un esquema biográfico (relatar toda la vida del personaje desde su nacimiento hasta su muerte): puede comenzarse en determinado punto de la juventud o adultez del sujeto. El anime prefiere enfocarse en la adolescencia o pubertad, porque son periodos de transición y aprendizaje. Poco conocemos, al inicio, sobre la niñez del héroe, aunque se considere una etapa esencial para el proceso de formación del carácter, cuando la personalidad esboza sus primeros rasgos. Este vacío narrativo se cubre retrocediendo hacia las épocas de infancia mediante “precuelas” o valiéndose de flashbacks que describan la «prehistoria» del personaje, su «historia antes de la historia». Basándonos en los datos proporcionados por Railgun, sabemos que Mikoto Misaka proviene de una familia acomodada, estudia en el prestigioso colegio Tokiwadai, ha alcanzado el Level 5 de habilidades psíquicas y posee la destreza de controlar la electricidad. Ignoramos dónde nació, quiénes fueron sus padres, cómo la criaron, cómo evolucionaron sus poderes, pero accedemos al recuerdo vago de un evento traumático ocurrido durante su temprana infancia. Un científico la convence de donar su ADN para contribuir al avance de la medicina. Desde pequeña, Biribiri manifiesta ese idealismo que, años más tarde, se transformará en virtud heroica: la generosidad, el desprendimiento, el sentido de justicia, la conciencia del deber, del noblesse oblige. Los privilegiados tienen la responsabilidad moral de brindar sus talentos al servicio del pueblo. Detentar más poder implica asumir mayores compromisos. El poderoso no puede permanecer indiferente ante la injusticia, porque pecaría por omisión, se convertiría en cómplice del atropello. Por desgracia, esos valores tan nobles son también sus puntos más vulnerables, pues abren una brecha de moralidad que aprovechan los villanos, los mentirosos, los corruptos. Mikoto sufre la peor estafa, contra su candidez, contra su cuerpo y contra su individualidad. (más…)


Toaru Kagaku no Railgun S 1: Hi 5!

La bulliciosa princesa eléctrica corona esta primavera de reencuentros. Como expusimos en otra reseña, aunque estos episodios de «retorno» se apoyen en historias insustanciales (a modo de «relleno»), también cumplen diversas funciones orientadas a «reconectar» al público:

1) Mnemotécnica. El capítulo refresca la memoria del espectador al recordarle, a grandes rasgos, las temáticas, conflictos y atmósferas que constituyen el complejo ecosistema narrativo donde se desenvuelven los personajes (Ciudad Académica, Judgement, el Colegio Tokiwadai).
2) Afectiva. Se busca satisfacer la expectativa del fanático por contemplar en pantalla a sus heroínas favoritas y celebrar sus rasgos más admirables o conmovedores (el coraje de Mikoto, la audacia de Saten, la lésbica vehemencia de Kuroko, incluso la cándida vanidad de Kongou-san). A modo de fanservice, se incluyen las apariciones de figuras menores que crean un ambiente de universo autónomo (Touma, Haruue-san, Banri Edasaki).
3). De concatenación, porque conecta la información de etapas o arcos anteriores con indicios o pistas acerca de las tramas que desarrollará la nueva temporada (aparición de Misaki Shokuhou -alias la reina de Tokiwadai-, un misterioso flashback de Biribiri).

Sin embargo, este reenganche con Misaka y compañía fluye con mayor naturalidad, pues los directores optaron por zambullirse directo a la escena de acción, en plena situación de peligro, creando una secuencia de suspenso en apenas dos o tres minutos. Se evitaron los aburridos resúmenes o recapitulaciones. Tampoco se valieron del recurso barato de reciclar imágenes de episodios emitidos hace tres o cuatro años. Ignoramos los acontecimientos previos a esta escena (¿cómo terminó Saten cruzándose con esos maleantes?, ¿cuánto rato lleva escapando?) y quizá nunca nos enteremos qué ocurre después del rescate (¿a dónde se dirigen las chicas?): esa breve escena basta para sintetizar la esencia de Railgun (compañerismo, valentía, trabajo en equipo) y establecer una continuidad al escuchar el famoso «Judgement desu no!» o percibir las chispas de enojo que anteceden a una espectacular descarga eléctrica. Esta secuencia sirve de bisagra, no necesita ampliarse ni detallarse porque su finalidad radica en encapsular un fragmento de «heroísmo cotidiano», típico de Biribiri, la amiga espontánea y bondadosa que electrocuta sin piedad a cinco galifardos antes de salir al shopping o saborear un parfait gigantesco en josePh’s. Railgun combina el ingrediente crucial del slice-of-life moe, «chicas lindas haciendo cosas graciosas» en tono de comedia, con espectaculares combates, duelos de habilidades, operaciones de arresto, experimentos tremebundos y planes malévolos de venganza. Esa mezcla de componentes tan variados (humor, ternura, dramatismo) ayuda a construir personajes entrañables, imperfectos, a veces ridículos, mañosos o torpes, pero igual de admirables y valerosos. (más…)


Toaru Kagaku no Last Order II 18: Una cierta mini-MISAKA

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Teoría del capítulo de relleno

Casi no existe serie alguna que nunca «incurra» en esta clase de capítulos caracterizados por la suspensión del desarrollo de la línea argumental principal, y considerados tan prescindibles al extremo de calificarlos como «relleno» (filler). Sin embargo, esta definición acarrea un juicio de valor, en apariencia objetivo, pero inadecuado pues explica un fenómeno mediante una percepción de lo narrativamente correcto. Me explico: en toda narración conviven varios procesos. Uno de ellos, la sucesión de hechos que conocemos como relato (el plot que tanto mentan los bloggers en inglés); otro, el proceso de los personajes (su desarrollo psicológico, sus interacciones, su trasfondo). Sobre este último operan esos capítulos que solemos despreciar, pero que resultan urgentes para crear un universo ficcional autónomo al revelar las distintas facetas del elenco protagónico. (más…)


Toaru Kagaku no Railgun II 17: Una cierta multiplicación de MISAKA

Hay Misaka para todos

«‘This MISAKA is this MISAKA, and that MISAKA is that MISAKA’, says MISAKA as she advices MISAKA to give up», porque además de Biribiri, Last Order y 10032 (MISAKA Imouto), también conocimos a 13577, 10039 y 19090, que marcó distancia de sus hermanas sometiéndose a dieta. Apareció casi la totalidad del elenco de Ciudad Académica, incluido Accelerator, más apático y malhablado que nunca, mientras que Kuroko volvía a robarse el show gracias a su magnificencia de acosadora lésbica. Desde hacía meses no me divertía tanto viendo un episodio de Railgun, digo Index… (siempre y cuando no contemos el genial Ika-Index-degeso~); sin embargo, ahora que reaparece Uiharu decantándose por la ruta de los lirios con Mikoto y sus lecciones callejeras de violín, me pregunto cuánto costaría un minúsculo cameo de Saten diciendo con correcto acento teutónico: «Wir harl chant panz heidelkart…» (más…)