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Archivo para abril, 2013

Ore no Imouto ga Konna ni Kawaii Wake ga Nai. [16]: Return of Saturn

La hermana menor más belicosa y controversial del anime regresa a enternecernos con su habitual cuota de prepotencia. Este primer capítulo recurre a estrategias convencionales del episodio de reencuentro, esquemas narrativos que permiten reenganchar al espectador y reposicionarlo ante el relato tras varios meses de suspenso. Además, estas fórmulas de «reconexión» cumplen el objetivo de anular la «disonancia temporal», ayudarnos a recordar el hilo narrativo de la anterior temporada «como si fuera ayer». El retorno en pantallas de OreImo coincide con un evento ficcional de carácter análogo, el regreso de Kirino a Japón. Este suceso servirá de base para plantear una serie de «reencuentros» paralelos en ambas dimensiones (personajes y público). Por ejemplo, cuando Kyousuke entra al living y encuentra a su engreída imouto acostada en el sofá hablando por celular, el paneo que recorre su silueta, además de presentarla como objeto de deseo, empalma con otra escena similar de la primera temporada. Incluso la secuencia inicial del «sueño» insinúa un «recuerdo» adormecido en el subconsciente del onii-chan, un fragmento del pasado confundido con las pesadillas y remordimientos del muchacho que salen a flote, se «reactivan», retornan a la memoria. Durante su infancia, los hermanos Kousaka compartían una especie de intimidad fraternal, como ocurre en muchos hogares: eran compañeros de juegos, se bañaban juntos, Kirino admiraba y adoraba a su aniki, lo seguía a todos lados, no existían esas incómodas barreras comunicativas. De manera inconsciente, Kyousuke admite que destruyó ese vínculo. Ese «retorno» al pasado en forma de reminiscencia o pesadilla poen al descubierto una sensación de culpa latente. Aunque nunca lo manifieste en palabras, anhela «recuperar» esa etapa idílica por motivos de autoestima, pues en aquella etapa, cumplía su función de «onii-chan», de hermano mayor confiable que emaba respeto y cariño. Los «consejos de vida» que solicita Kirino, aunque suenen disparatados y abusivos, «reestablecen» esa relación de dependencia emocional: ella necesita su apoyo, lo convierte en cómplice, lo involucra en su colorido mundo de videojuegos incestuosos, le exige engreírla. En realidad, se establece una mutua dependencia: para considerarse un buen aniki, se requiere una imouto, y viceversa. Bajo este principio elemental se sostienen incontables historias con tintes de comedia fetichista. No importa cuán orgullosa y mandona sea Kirino: ese malhumor, esas ínfulas, es orgullo megalómano solo ocultan su fragilidad sentimental, una carencia, una necesidad que Kyousuke logra copar. Por desgracia, si transcurren meses enteros sin sentirse un «héroe», el onii-chan comienza a manifestar síntomas del síndrome de abstinencia. (más…)


Yahari Ore No Seishun Love Comedy Wa Machigatteiru 1: No voy en tren…

Vamos a iniciar dejando las cosas en claro: ¿qué tiene de novedosa esta serie? Básicamente, NADA. La premisa de comedia romántica que tiene como protagonistas al varón repulsivo y la hermosa fémina ha carecido de originalidad desde «La Bella y la Bestia». Casi todas las series animadas giran sobre el mismo plot, recurriendo al «espacio cerrado» (del que Seriousman nos ha ilustrado en múltiples ocasiones) del club estudiantil y la consecuente unión entre caracteres antagónicos pero similares. ¿Porqué darse el trabajo de bloguear una serie con «más de lo mismo»? Dejando de lado fijaciones y fanatismos obvios, la razón es el hallar por «primera vez» (entre comillas, por temor a equivocarme) un protagonista diferente. No hablamos del típico hikikomori dizque antisocial o del desganado y apático mozuelo de siempre; esta vez nos toca uno verdadero, uno real, un perfecto anarquista de la sociedad, un verídico rebelde con causa, un renegado del funk. (más…)


Boku wa Tomodachi ga Sukunai NEXT 12 (FINAL): Rika gana el segundo round

Las heroínas de portada cedieron el protagonismo y resignaron el triunfo ante el mejor personaje de la segunda temporada y quizá la chica revelación del invierno. Cuando reseñamos el primer capítulo de esta secuela, ensayamos un conjunto de pronósticos que merecen contrastarse y replantearse después del último episodio. La serie ha cubierto hasta el octavo volumen de las light novel originales. El estreno en librerías del tomo noveno fue aplazado hasta próximo aviso. La continuación ni siquiera ha llegado a imprentas; por tanto, deberemos aguardar algunos años si queremos ver adaptado al anime el desenlace definitivo. El final abierto deja irresueltos varios nudos, aunque zanja con éxito una etapa del desarrollo personal del protagonista. Tras confrontar a Rika, el falso yankee acepta su responsabilidad como héroe de comedia romántica, vence sus miedos de infancia y encuentra una nueva amiga. Sin embargo, el triángulo amoroso continúa en suspenso: Yozora decide emprender un viaje después de presenciar el pacto de amistad entre la científica loca y Taka-kun, lo comunica por mensaje de texto al resto de miembros del Club y provoca el asombro general. Aunque anticipábamos una «guerra de yeguas, rubia versus morena», esta segunda parte exploró una dimensión más profunda y dramática del grupo en conjunto. No olvidó ahondar en su faceta de love comedy, pero desplazándola al segundo plano para privilegiar otros temas (la necesidad de superar el pasado, los obstáculos para asumir a plenitud un vínculo de amistad, el miedo a abandonar los «espacios cerrados»). Nos equivocábamos cuando presagiábamos que el relato colectivo (la evolución del grupo) se convertiría en «plataforma del triángulo amoroso». El imprevisto surgimiento de Rika como personaje bisagra o motor narrativo impuso un giro radical a la orientación del relato, introduciendo otro tipo de encrucijada sentimental aparte de las acostumbradas escaramuzas amorosas: cuando la meganekko optó por soltarse la trenza y pintarse el cabello, no solo elevó el fanservice a niveles estratosféricos, también se animó a tomar la iniciativa, a reclamar su cuota de poder, a hablar con sinceridad y decir las verdades más incómodas. En nuestro balance inicial, demandábamos con urgencia una trama para Rika, un conflicto, una trasfondo, una marca de identidad que evitara su inminente descenso al nivel de personaje terciario. Vaya que respondieron a nuestras demandas. Al acabar la primera temporada, su presencia era prescindible, salvo para insertar algún comentario libidinoso de escasa recordación o declamar su adicción al boys-love. No generaba adhesión ni simpatía: no inspiraba nada. Después de doce episodios, el salto cualitativo fue colosal. Ahora podemos afirmar, sin temor a equivocarnos ni causar estupor entre los lectores, que Rika ganó en todo sentido: creció, se granjeó al público, dominó el escenario, atrajo los reflectores y sustituyó simbólicamente a Yozora en aquella gloriosa transición entre memorias y futuro. (más…)


Boku wa Tomodachi ga Sukunai NEXT 11: Leguleyadas e intimidaciones

¿Cómo juzgan y valoran las personas «normales» la existencia del estrafalario Club de Vecinos? Aoi Yusa, la enana peliaguda del Consejo Estudiantil, asume, de nuevo, el punto de vista del sujeto «externo» que observa el espacio cerrado desde afuera, adoptando el papel de villana aguafiestas que somete al elenco principal al asedio de graves acusaciones. No obstante, al adjudicarle el carácter de antagonista, ciertos parámetros éticos se trastocan: ¿son «héroes» los marginales que infringen las leyes?, ¿es rebeldía o mero engreimiento? Aunque la pequeña pelirroja pretende disolver el Club guiada por motivaciones personales (su revancha contra Sena), sus acciones furibundas obedecen a valores y principios (la disciplina, las normas, el bien común, el ideario del colegio) cuya defensa corresponde a las autoridades. Yusa se irrita al descubrir que seis alumnos usufructúan las instalaciones, recursos y patrocinio de la escuela para dedicarse a jugar, armar fiestas, platicar y perder el tiempo. Considera ambiguos y poco provechosos los propósitos del Club, acusa a sus integrantes de esgrimir una coartada engañosa para apoderarse del lugar y utilizar ese recinto con fines recreativos, una doble violación al reglamento escolar y una absoluta falta del respeto al objetivo de cualquier escuela decente. Por tanto, desde una perspectiva imparcial y ceñida al Derecho, Aoi Yusa actúa en cumplimiento de sus responsabilidades y acorde al marco legal, ejerciendo las funciones de fiscalización encomendadas al Consejo. Los integrantes del Club de Vecinos (en adelante, los Demandados) han quebrantado la normativa vigente cometiendo delito de falsedad ideológica. Esta infracción al código de conducta consiste en presentar información falsa o inválida en documentos públicos. Al inicio, la pequeña inquisidora había denunciado otras faltas menores que Yozora refuta apelando a vacíos legales y torciendo la interpretación del ideario católico del colegio. Una práctica censurable, pero legítima, que permite evadir las continuas acusaciones. Sin embargo, indagando los archivos de registro, Yusa descubre un error burocrático que invalida la inscripción del Club, fundamento suficiente para someter a juicio a Yozora Mikazuki, en calidad de Presidenta y representante jurídica, pues las pruebas esgrimidas demuestran que rellenó un formulario con información fraudulenta (al consignar como profesora monitora Maria Takayama, una falsa monja, una niña de diez años cuyo nombre no figura en la nómina de personal religioso autorizado por la escuela). El Derecho ampara esta imputación. No existirían, entonces, medios legales que impidiesen la disolución del Club… Ojo, dije «legales». Cuando ocurren entrampamientos por culpa del excesivo formalismo, en lugar de atarantarnos con papeleos y apelaciones, es mejor resolver el problema «haciendo unas llamaditas».

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Sasami-san@Ganbaranai 11: Love Triangle

La convivencia con Edogawa la destaca como tsundere, un ejemplo único entre las chicas que comparten su condición de futanari y quizás la primera en su especie. Este tsunderismo la hace lucir menos amenazante dado que su parte vulnerable se torna más evidente. Además, su lado más sensible y femenino, como efecto secundario, provoca un cambio de roles, al menos temporalmente, convirtiéndose, de antagonista, en villana cómica. Su rivalidad declarada le permite acercarse a Sasami, quien, para su suerte, ignora cualquier amenaza que lanza Jou, quizá por inocencia, porque la mueve su intenso deseo de hacer amigos o porque Edogawa no transmite ninguna sensación de peligro. La ojou-sama declara que tiene preparados sus poderes para atacar desprevenida a Sasami y ocasiones le sobran. Sus posturas de ataque son interpretadas como un juego, producto de su síndrome de octavo grado, intentando llamar la atención de Sasami. No pretende exhibir sus habilidades ni poner en riesgo a su contrincante, sino actuar de manera excéntrica. Otro efecto del acercamiento entre chicas durante esta última etapa de la serie sería la abundancia de vibras yuri. Kagami experimenta el surgimiento de nuevos afectos que, hasta el momento, desconocía. Este sentimiento requería que brotase una conexión emocional asumida como única, profunda y especial. Un triángulo amoroso ha emergido. Los goggles son indispensables. (más…)


Ore no Kanojo to Osananajimi ga Shuraba Sugiru 9-10: La fiancée

En otra serie de esta temporada escuchábamos a una desconsolada Yozora de Boku wa Tomodachi preguntándose quién era más importante: si la amiga de la infancia o la fiancée (que significa «la prometida»). Esta pregunta es bastante interesante porque también se aplica a Oreshura, donde la fiancée aparece a reclamar lo suyo mientras la amiga de la infancia presencia cómo se le escapan las oportunidades, sin mayor esperanza de recuperarlas. En efecto, existe una diferencia entre ambas condiciones: la «amiga de la infancia» es una categoría que adquiere sentido a lo largo del tiempo y podría convertirse en un título, aunque Chiwa no haya podido gozarlo a plenitud porque Masuzu le arrebató al chico, dejándola desarmada. Por otra parte, la fiancée implica un sentimiento, un huevo empollado durante los años para eclosionar, supuestamente, en el momento más indicado. Sin embargo, lograr ese objetivo no será nada fácil, pues debe enfrentar una ardua competencia.

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