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Entradas etiquetadas como “acción

Shingeki no Kyojin 1-2: La caída de Shinganshina

Mi nombre es elhistoriadorotaku y, a partir de esta temporada, participaré como colaborador en este blog. Mi objetivo es contribuir con la iniciativa de Serious Moe Business: analizar series de anime con un enfoque académico que trascienda las opiniones subjetivas o se limite a clasificarlas entre buenas o malas. Considerando la naturaleza de Shingeki no Kyojin o ATTACK ON TITAN (un seinen) y las teorías desarrolladas en este blog acerca de la animación japonesa, me gustaría ofrecer un marco teórico enfocado en dos conceptos: el poder y la libertad, expresada en la resistencia. A lo largo de los siguientes artículos, se desarrollaran estos aspecto de la forma más amena posible, sin perder el hilo de la historia. Las críticas constructivas serán tomadas en cuenta y agregadas en las futuras reseñas.

Y descendió una plaga del cielo que asolo a la humanidad….

La premisa consiste en que la humanidad casi fue exterminada por gigantes o titanes con poca inteligencia o capacidad de razonamiento, y que sienten placer por matar a las personas sin ninguna razón. Los humanos que sobrevivieron se establecieron dentro de ciudades protegidas por murallas de hasta cincuenta metros de altura y, desde hace un siglo, han estado viviendo sin otro incidente mayor protagonizado por los gigantes. Otras series del género seinen como Evangelion o Akira, nos presentan un mundo post-apocalíptico, donde los seres humanos se protegen de las amenazas del entorno e intentan adaptarse y sobrellevar  los problemas generados por tales circunstancias. En este tipo de series, no importa tanto la acción (como ocurre en los shounen), sino la profundidad de la trama y los argumentos que los personajes emiten sobre sus preocupaciones existenciales y cómo afrontan su vida personal. (más…)


Medaka Box Abnormal 5: Contingencias heroicas del «no héroe»

La patrulla del Consejo Estudiantil continúa recorriendo el laberíntico laboratorio subterráneo del Plan Flask y arriban al apacible pero engañoso jardín artificial de estilo japonés donde los aguarda el desalmado Munakata de 3ero, un pariente lejano de Hitagi Senjougahara, aunque el impresionante repertorio que despliega no contenga útiles de escritorio, sino un peligroso arsenal ofensivo que incluye espadas, pistolas, granadas y hasta bazookas, un manejo libre de armas tan caprichoso y fluido que cumpliría los sueños líquidos de cualquier republicano. Oportunidad propicia para el lucimiento de Zenkichi Hitoyoshi, el devoto escudero con coraza de sarcasmo. En nuestra reseña anterior, describí su carácter utilizando un concepto alterno de heroicidad (que denominé «no-héroe») y vinculándolo con otro arquetipo de personaje masculino surgido de la light-novel (el kyonismo). Este episodio permite ampliar esta descripción. A diferencia del héroe clásico o el antihéroe moderno, la categoría «no-héroe» es invención de la ficción posmoderna y comparte su propósito de desmantelar los grandes discursos ideológicos. Observemos a grandes rasgos cómo se desarrolla este proceso histórico y comprender qué distingue a estas nociones. El héroe clásico encarnaba los valores morales y cívicos que preservaban las sociedades tradicionales. Durante la modernidad, esas estructuras entran en crisis: el antihéroe operaba desde la marginalidad, negando a asimilarse en un sistema corrupto, pero su toma de posición implicaba todavía una esperanza de transformación política. La posmodernidad provoca un cambio de enfoque que exige introducir una etiqueta distinta para catalogar a un nuevo tipo de personaje cercano a la sensibilidad actual. Los «no-héroes» de anime, como Kyon o Touma Kamijou, son individuos comunes, hombres sin atributos, sin defectos clamorosos ni virtudes admirables, que valoran su cotidianeidad, su «normalidad», su rutina gris, libre de sucesos excepcionales que alteren su tranquilidad. El «no-héroe» utiliza un discurso escéptico, pesimista, a veces resignado a afrontar su mala suerte: pareciera que siempre está quejándose o renegando, es irónico; sin embargo, este descreimiento, esta posición crítica no impide que, tarde o temprano, participe de acciones épicas que consideraríamos heroicas. La obligación de comportarse como paladines justicieros llega de improviso y, aparentemente, contradice sus deseos. Las circunstancias los empujan a transformarse en guerreros aunque renuncien a vincularse con situaciones anormales o extraordinarias. (más…)


Senhime Zesshou Symphogear 5: Epic Hibiki is EPIC

Mi waifu tiene bíceps (¡ojo con lo que le dices!)

Una cualidad del heroísmo femenino es su flexibilidad melodramática, que permite atribuirles a sus respectivas protagonistas una sensibilidad más aguda, una amplia gama de emociones y distintas formas de expresividad, de manifestar o reprimir su mundo interior configurando una identidad coherente y verosímil –aunque sean tímidas o desenvueltas-, pero, en especial, aceptables para el criterio del público que reprobaría estos decursos melodramáticos o arranques de ternura en un héroe masculino. Si sumamos los mecanismos de moeficación, obtendremos también un incremento notable de gestualidad. Mediante sus muecas, Hibiki (poseedora de decenas de retruécanos faciales) delata sus pasiones y sensaciones de manera inmediata y honesta. Son signos de sinceridad que describen su carácter optimista, su sencillez, su espontaneidad, el dejarse llevar por sus corazonadas. Sin embargo, los gestos contenidos y adustos también delatan, por ejemplo, la pesadumbre y remordimiento que arrastra Tsubasa. Aunque su orgullo impide que exteriorice su dolor, su estoicismo, su empeño obstinado por aguantar el suplicio traduciéndolo en dureza y acritud solo ponen al descubierto sus fisuras emotivas. Durante su convalecencia, la áspera idol hurga en su subconsciente (que adopta la apariencia de Kanade) y recién entonces, a salvo de restricciones, su lado débil puede emerger con un soberano puchero. No obstante, la gesticulación, la locuacidad corporal, podría revelar también el doblez, la deshonestidad: si fueran ciertas nuestras sospechas acerca de Ryouko, sus guiños amistosos, sus señas juveniles, su imagen de franqueza y jovialidad serían una máscara, una farsa, una actuación. Tres vías diferentes de canalizar la expresividad femenina, tres morales distintas, tres perfiles diversos, tres arquetipos de mujer. Una observación que cabría extenderse a Chris, Feenie, Miku, e incluso ayudaría a comprender cuán aterradora es la versión oscura de Hibiki, cuya transformación es acentuada visualmente a través de gestos, entre ellos, ocultar su rostro bajo las sombras. (más…)


Senhime Zesshou Symphogear 1: Tsubasa wo kudasai

Zwei Wing te da alas

La música ejerce su función curativa o purificadora mediante tres caminos distintos: la relajación (el individuo se suspende del resto de pensamientos sumergiéndose en una corriente de pacíficos estímulos sonoros), la catarsis (el sujeto es sometido a bombardeos auditivos que incitan emociones intensas) y la crisis (sonidos o letras que expanden nuestra capacidad de percepción incentivando una actitud reflexiva). Como cualquier arte, puede servirnos para evadirnos o luchar: tiene el poder de influir sobre nuestra sensibilidad y quizá, debido a esta fuerza, el músico era considerado, desde la Antigüedad, una especie de mago, de hechicero, de taumaturgo. De Orfeo cuentan las leyendas que tañendo su lira domaba las bestias y conmovía a los árboles. Los pitagóricos basan su cosmología en nociones musicales como la armonía de las esferas. En ambos casos, la música está compenetrada con la religiosidad, es sagrada y mística. Incluso un famoso cuento medieval, “El flautista de Hamelin”, advierte sobre sus cualidades hipnóticas. Al evolucionar el oficio, el virtuoso pasó de profeta, hacedor de milagros o héroe cultural, a la condición de ídolo (o idol), título que mantiene una acepción religiosa, manifiesta en la adoración y fanatismo que cultivan los seguidores de determinados artistas o la reverencia piadosa que profesa el público durante un concierto. Senhime Zesshou Symphogear apela a esta dimensión legendaria agregándole un reverso épico: música para combatir. (más…)