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Medaka Box 1: La lucha en contra de la negatividad

Band of brothers...

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Antes de entrar en materia, quiero anunciar que solo serán cinco los nuevos post de la franquicia Fate/Zero que planeó redactar para esta temporada: los iré entregando en la medida en que vayan apareciendo cada uno de los episodios correspondientes. Sin embargo, puedo correr el riesgo de realizar algún spoiler de vez en cuando, así que advertiré si se presenta el caso. Seguiré la misma estrategia de la temporada pasada. En aquella ocasión, no me concentré en los capítulos, sino en los personajes, por lo que profundizaré en ellos más que en ningún otro elemento. Cualquiera que haya leído las novelas de Fate/Zero puede aportar: simplemente me limitaré a desarrollar algunas consideraciones sobre lo sucedido en los episodios y abordaré el argumento en un sentido general, por lo que no iré a la par siempre con el desarrollo lineal de los episodios. Al contrario, privilegiaré una visión global del conjunto. Tampoco planeo hacer reseñas seguidas de Medaka Box: únicamente haré alguna de vez en cuando, dependiendo del desarrollo de la serie, pues es una historia prometedora. Como conozco el manga (no pude parar de leerlo cuando lo comencé), aportaré algún comentario relevante cuando se presente un punto de inflexión o haya un personaje que merezca un análisis más detallado.

Cuando, por primera vez, escuché acerca de Medaka Box, no dejaba de sentir escepticismo. Tal vez exagero, pero cuando me dijeron que el estudio Gainax sería el encargado de animarla, aumentaron mis dudas. Este matrimonio entre Nisio y uno de los estudios vanguardistas que ha sufrido fuertes crisis en los años recientes me parecía muy forzado, como si un negociante pretencioso intentara salvar el capital de su empresa al contraer nupcias con una novia rica. Sin embargo, el primer episodio de Medaka Box ha despejado un poco mis dudas. Suena bien, se ve bien y tiene una historia sugestiva, que comienza de modo decepcionante, con ciertos diálogos muy buenos, y que mejora mientras progresa. Medaka Box es un juego de palabras con Meyasu Box, “caja de sugerencias”, instituida durante el periodo Edo, y que jugara un rol muy importante a lo largo de la serie. Kurokami Medaka es la típica genki girl con complejo de mesías, que considera que su felicidad nace de ayudar a los otros. Como una verdadera aristócrata carga consigo siempre un abanico, su sello personal para mantener su elegancia y tranquilidad, poniendo orden a los revoltosos y cumpliendo los oficios para los que ella misma se siente llamada a resolver. El atractivo erótico de su cuerpo se ve cubierto por su actitud desprevenida, que ni siquiera busca cubrir su piel desnuda: deja que su amigo de la infancia note los muchos cambios de su desarrollo anatómico. Esta estoica estudiante modelo que cumple al máximo sus actividades del colegio logra una aplastante victoria en su entrada a la escuela y, desde este punto, comienza la atareada labor del consejo de estudiantes, que luchará día a día por convertir su oficina en un jardín de flores tan grande como el campus escolar. Al igual que Suzumiya Haruhi, Medaka es una elegida del destino que carga con el peso de un fuerte legado y una gran responsabilidad: notas perfectas, familia inmensamente rica, siempre consigue lo que quiere, etc…  Según Zenkichi, “No es como si estuviera acostumbrada a hablar de frente a las personas, es como si estuviera por encima de las personas”. Aunque a diferencia de la Diosa del Agosto Infinito, que dirige todos sus esfuerzos a entretenerse principalmente a sí misma, Medaka busca ayudar a los demás, pues cree haber nacido para serle útil al prójimo. Ocupación que, con el pasar del tiempo, se convertirá en su más grande problema. Dice Zenkichi: “En todo lo que hace siempre está en lo correcto” (?). La “diosa negra” (literalmente su apellido) merodea por los terrenos de sus nuevos dominios cumpliendo su palabra de ayudar a cumplir los sueños y expectativas de sus compañeros. Así lo ofrece Medaka: “¡Tus sueños te pertenecen a ti! ¡Deseo ayudarlos y darles un empujón para que los hagan realidad! ¡Sin embargo sus problemas son míos! ¡Dejádmelos a mí! ¡No dejaré ninguno sin resolver!”. Vistiendo de negro (simbolizando la actitud servil de su política presidencial), establece su estatuto de ser especial cambiando de uniforme inmediatamente a su triunfo en las elecciones, recorre los pasillos de la escuela que depositó su fe en ella, mientras confía en el apoyo incondicional de su amigo de la infancia con el propósito de cambiar la negatividad de los estudiantes circundantes. En esta especie de doble juego, de un compañero que secunda a un héroe, típico de las novelas caballerescas, vemos un reflejo de las relaciones entre el dúo dinámico que conforman la pareja principal. Medaka es la impulsiva y optimista, Zenkichi es cínico y pesimista, y no comprende la actitud de su amiga. Ambos son rostros que se miran en un espejo dándose cuenta de quiénes son y qué es lo que desean. Dice Medaka: “No te arrastrare a algo para que me ayudes con mi trabajo. Tampoco consideré que un trabajo que me hayan dado haya sido difícil. Te necesito, es todo, quisiera que estés a mí lado”. En cierta forma es una alianza en la que se busca confort, y en la que ambos encuentran un lugar de descanso. Zenkichi es la sombra de Medaka que se preocupa por su amiga y resuelve los problemas que ella deja atrás, o que de los que no se ocupa por su exceso de confianza. Para Medaka, “Zenkichi es la única persona que en realidad se preocupa por mí”. De ahí su uso del arquetipo kyonesco que realiza un monólogo interno, quejándose de los excesos de su compañera, blanco de sus afectos más profundos. Pero, opina Zenkichi: “No creo que lo pueda entender mientras viva. El dolor que sienten las personas cuando siempre fallan, no importa lo mucho que lo intenten… o el dolor que sienten sin ninguna razón”.  Este es, por supuesto, el principal tema de la serie: la lucha en contra de la negatividad que se encuentra en el corazón de la gente. Eso no solamente incluye a los enemigos, también a los amigos y a los extraños, hasta el punto en que el mismo corazón de Medaka se encuentra habitado por ese fantasma. Si algo permanece invariable, a lo largo de los múltiples cambios que experimentan los personajes y la historia, algo que es típico de los personajes de Nisio, que nunca permanecen siendo los mismos (más abajo explicaremos estos cambios), es el hecho de que nada es tan simple como derrotar al contrincante, por lo que se distancia de las típicas series a las que estamos acostumbrados. Como dice Hansode, “‘¡Ella acabo con los chicos malos y ya todo estará bien!’ Si realmente fuera tan fácil, no tendrías que sufrir tanto por ella, ¿no es así?”. Con esta expresión, junto con su despreocupada actitud de girar sobre su pupitre sin importarle nada, la tierna Shiranui se ha convertido en mi personaje favorito, agregando a los dos puntos, que conformaban una línea, un tercer punto que crea un triángulo que se convertirá en pentagrama cuando las bandas en el brazo izquierdo de Medaka terminen por repartirse entre sus seguidores. No basta realmente con solucionar al pie de la letra el problema que ha sido depositado en la caja de sugerencias, hay que ir más allá, a la raíz de tan problemáticos personajes que no dejan de depositar su confianza en alguien más, preguntarse no sólo por el problema que quieren solucionar, sino por la persona que hizo la solicitud para solucionar tal problema, porque él también es parte del mismo. Al ver a través de eso, Hansode funda la primera crítica del actual sistema. En este juego de ideales, se desenvuelve la complejidad de la lucha del consejo de estudiantes, donde la más superficial solución resulta ser un terrible malentendido si no es corregida a tiempo por los representantes de tan excéntrico elenco. Para resolver el problema, hay que intentar ver más allá de lo visible, intentar comprender la mente de la gente que se niega a abrirse.

El personaje de Medaka refleja esa condición carismática perteneciente al genio del gran líder, aquel poder extraño que despierta la pasión de quienes la rodean. Ella es el gran magnetizador de la historia, un cometa fugaz cuya estela arrastra tras de sí al resto de participantes que la encuentran. Su poder causa que la gente exprese rechazo y atracción, un poder divino o diabólico que hace pensar en si se trata de un santo o un demonio. La cualidad principal de la diosa negra es el ser sublime. Por sublime, debemos entender en primer lugar lo monstruoso en Dios, lo que hace estallar todas las dimensiones y que no infunde amor, sino pavor. En ese sentido, lo sublime es lo inmensamente matemático, aquello que aplasta al concepto y la regla. La naturaleza furiosa es sublime. Pero sublime también puede ser una persona. Este paso del objeto al sujeto se efectúa cuando no capitulamos ante un poder que nos parece desmesuradamente grande o que podría destruirnos sin dejar rastro. Así, el equipo de vagos decide regresar para luchar, en contra de cualquier posibilidad, contra Medaka que ha despertado en ellos algo dormido, provocando su apertura, o la amistad con tintes amorosos de Hitoyoshi hacia Kurokami, que no retrocede a pesar de los problemas que le causa. También aquí este paso se efectúa cuando Medaka se convierte en una especie de dios omnipotente que encierra en sus manos la academia, una luz azul destroza las ventanas, puertas, paredes y techo del doujou, dejando al descubierto la inmensa monstruosidad de la chica que asciende a la manera de un cohete luminoso que parte el cielo y se para encima del universo, haciendo que la oscuridad de la gente retroceda ante la fuerza de su energía aplastante, y se convierta en la queja de Hitoyoshi al no soportar la superioridad de su amiga, por celos, por odio, por poseer el talento que ella tiene y del cual no siente que es algo que importante o siquiera sea innato. Medaka busca extraer algo de los otros, mostrar que dentro de ellos existe algo bueno. Mientras esa bondad se vea empañada por las tristezas y decepciones de la vida, quedará perdida en ese tumultuoso mar interior intempestivo y agitado. Por eso, procede de modo directo sobre el grupo de vagos que se habían apropiado del club de kendo, realizando un discurso sacado de la filosofía roussoniana o de la religión cristiana de ayudar al prójimo. Pues, para Medaka, todos son buenos en el fondo, la gente puede ser cambiada y ella impondrá sus ideales sobre los demás, mostrando su superioridad. “Estoy segura de que alguna vez fueron verdaderos estudiantes de kendo. Mi única conclusión es que algún acontecimiento causó que ustedes se alejaran de su camino… y cayeran en la vida del conformismo. ¿Sus padres los abandonaron? ¿La sociedad los rechaza? ¿Sus amigos los traicionaron? Relájense. Los convertiré en hombres mejores”, les propone Medaka. Al cumplir su palabra a cada persona que le pide un favor, se concentra en evaluar individualmente al grupo de vagos que asedian el doujou, incluso mencionando sus nombres y deja de lado cualquier valor estadístico indiferenciado. Acompañándose de toda clase de posiciones ridículas y carnavalescas realiza una pantomima que busca llamar hacia sí la atención de sus interlocutores que terminan cediendo ante tan inmenso poder. Esa carta de presentación es otro de sus sellos característicos, junto a su abanico. Es un león que se aproxima por atrás a su presa, para que no se percate de su presencia, e imitando sus movimientos y después cancelándolos con su ridiculez, finaliza su labor con la misma sonrisa con la que comenzó. En ese discurso se plasma su yo que busca limpiar las almas contaminadas, forzando sobre los otros una reconversión y maximizando la actividad de sus allegados. Los demás responden por medio de una apertura y se dejan moldear por su energía. Efectúa una cura sobre el cuerpo estudiantil que se siente anegado y sucio, hasta el punto en que los practicantes de kendo, fumadores y viciosos, terminan cayendo bajo su hechizo y respondiendo que desean superarse a sí mismos, lograr lo imposible, rescatar sus sueños y deseos. En el manga y el anime la discusión gira alrededor de la relación de cada uno con la negatividad, de la caída de la sociabilidad con respecto a la práctica, del abandono. Se trata de las energías de pereza y letargo que causan una declinación de la actividad humana, un arrastrase hacia la nada y la vagancia, hacia el odio y el desencanto. Un arrobamiento de las fuerzas productivas que no encuentran escape o modo de sublimarse: allí entra nuestra protagonista. Medaka es el catalizador que muestra que es posible hacer algo, y no sólo quedarse sentado en un rincón mientras se esperan tiempos mejores. La inmovilidad como estado de quietud sería la realización ideal de la no-actividad; sin embargo, el sueño de nuestra presidenta es arrastrar a las personas a explotar al máximo sus puntos fuertes resolviendo sus solicitudes por medio de su buzón personal. Zenkishi y los otros son forzados a transformar su energía potencial en energía cinética. El hecho de que al final del episodio, el mismo Hyuga se convierta en uno de los seguidores de Medaka es muy revelador, pues termina aceptando su autoridad y lógica. En realidad, ella, a través de las solicitudes de los demás, es la encargada de precipitar la acción. Sin embargo, esto no hace sino ocultar la fascinación de los hombres por tan magnífico espécimen femenino, pues, como revelan los sonrojos del género masculino, Kurokami es la gran sacerdotisa que atrae su atención. En esos rostros que sienten con vergüenza su derrota ante tan hermosa persona, se deja entrever que los hombres que componen el cast de esta serie son, en su mayoría, tsundere (Zenkichi, Hyouga, el grupo de kendo). A riesgo de spoiler, y para animarlos a seguir la serie, advertiré a los lectores que Medaka Box no es lo que parece. Como se notará más adelante, todos los personajes parecen sacados de otros mangas: este punto es importante porque el manga se volvió popular por este motivo. Si bien los primeros episodios no serán otra cosa que la ya manoseada comedia estudiantil, que parece ser heredera de las imitaciones haruhiescas, hay mucho que esperar de lo que se convertirá, aunque me mantengo optimista de que sigan fielmente el manga, porque, de lo contrario perderá gran parte de su atractivo (claro, con sus modificaciones propias por supuesto). Debo admitir que mis primeras impresiones de la historia fueron de apatía. Cuando comencé a leerla creía que sería muy diferente a los usuales trabajos de Nisio Isin, por lo que me sentía muy decepcionado, aunque era una preocupación infundada. Una de las cosas más interesantes de la serialización del manga, y que notaremos más adelante, es su capacidad para mudar de género en género mientras se desenvuelve la serie. Una especie de trabajo progresivo que se va desarrollando en la medida en que se escribe. Tal como sucede con Haruhi o Mahou Sensei Negima!, pero de un modo más repentino, raro y agresivo, no nos podemos dejar engañar por los primeros episodios. Lo que parece un slice-of-life colegial deviene una brutal carnicería al transformarse en un shonen de batallas y poner en cuestión al mismo género al burlarse de sus contradicciones internas con la llegada de los “negativos”. Y después el manga se hace más raro y más raro mientras avanza, tornándose más parecido a los otros trabajos de Nisio, si bien tiene unas características propias que lo hacen único. Empieza a aplicar un humor meta-literario, por lo que se metamorfosea en una historia de aventuras y adquiere características del legendario Dragon Quest, luego se convierte en una especie de Bakuman, un manga acerca de mangas, pero no se trata acerca de escribir una historia y como contarla a lo largo de los episodios, sino de vivir la historia que se quiere contar en carne propia, para cerrar el círculo y regresar a ser una comedia romántica y ahora, con el comienzo de un nuevo arco en el manga, apunta a ser otra cosa. Y eso no es todo. Medaka Box realiza, a lo largo de los capítulos, una deconstrucción de los clásicos presupuestos de cualquier serie al liquidar las características del típico héroe invencible, o del main character, que siempre tiene la razón y el apoyo de la gente a su alrededor, o del destino que siempre le da la victoria al protagonista. Así que todos los Deus Ex Machina que al principio fascinan, devienen en un fastidio y por último se hacen nada: Medaka es invencible, pero Zenkichi es el personaje de shonen que hará del resto de personajes anteriores del shonen reliquias del pasado. De hecho, hay una aplicación indiscriminada de la ironía, por lo que todos los puntos buenos que observamos en este comienzo al final no serán otra cosa que polvo que se lleva el viento. Como es típico de los trabajos de Nisio Isin, hay un uso de una escritura literaria adaptada a un formato de anime, que se irá volviendo muy importante en el transcurso de la serie, con los típicos juegos verbales que acompañan sus trabajos, causando que en muchas ocasiones sea bastante pesado de entender, aunque no al mismo nivel que las series de Monogatari.

8 comentarios

  1. El principal problema que le veo a Medaka es el propio lenguaje del manga. Creo que, sinceramente, una adaptación tradicional no puede funcionar correctamente.
    El manga es demasiado denso (de esos que acabas cansado tras la lectura de un capítulo). Con explicaciones, diálogos y frases en segundo plano, la carga a nivel de guión es brutal. Desconozco como serán las novelas originales de Bakemonogatari, pero en sus fases posteriores el anime de esta serie sería más denso que la serie de Araragi y su harem. Y naturalmente tenemos la limitación de los 20 minutos… que me hace temer que tendrán que cortar bastante material.

    10 abril 2012 en 16:48

    • Es verdad que el principal problema con todos los trabajos de Nisio Isin adaptados al anime es el hecho de la densidad de los diálogos y la dificultad de seguir la historia. En los primeros capítulos es muy simple, pues es únicamente un slice-of-life normal que no desarrolla gran cosa y no se aleja del típico patrón recortado. En los últimos episodios se hace muy complicado cuando llegan los «no-iguales» y toda esa charla sobre protagonistas de otras series. Las novelas de Monogatari, de las cuales he leído trozos o partes, son muy difíciles y considero que Medaka Box esta a la par, aunque en un grado menor porque al menos aquí, a diferencia de las novelas, no todo es diálogo, aunque esto no es cierto tampoco, pues mucho de lo que sucede, especialmente las partes respectivas a los discursos principales, son abundantes en muchas referencias de distintas clases. Leí en algún sitio que se planean hacer 45 episodios, por lo que no debemos preocuparnos por el tiempo y que corten indiscriminadamente material, como sucede en Monogatari lamentablemente…

      10 abril 2012 en 18:28

      • 45 parece una medida extraña, no?
        Onizuka tuvo 43, pero se me hace raro pensar en series con longitudes tan raras. Yo creo que lo suyo serían unos 50 episodios… y ello cubriendo sólo hasta el 140 del manga.
        En todo caso, no termino de ver la adaptación literal. Minisagas como en la que juegan al Bloody Seven creo que acabarían siendo un sólo episodio, o las diversas pruebas o algunos combates, y creo que resultarían episodios sobresaturados.

        Y viendo el ejemplo de Bakemonogatari (del que desconozco las novelas originales), la primera temporada me encantó… pero la segunda sencillamente me parece una sucesión de alguna que otra escena interesantes y una cantidad demasiado grande de fanservice. Creo el estilo de Nisio no se puede volcar página a página en un anime, porque sencillamente el tio tiene un estilo demasiado literal.

        En un foro leí que el propio Nisio participaría como guionista de la serie, y en ese sentido casí me gustaría que se inventaran una serie paralela… o se tomaran muchas libertades… dentro de lo que cabe en el universo de Medaka no desentonaría en absoluto.

        10 abril 2012 en 18:56

        • Es verdad que es casi imposible volcar cada página del manga al anime, y no sé si lo logren. Con Nisemonogatari mucha gente se quejo de que no había trama, lo cual no es cierto, y de hecho hubo más recorte en Bakemonogatari, que es muy larga, que en Nisemonogatari. Al final lo que ocurrió es que quitaron mucho del diálogo interno del protagonista, pues Shaft presuponía que la gente ya conocía la historia. En cuanto a las sagas, si tienen tanta cantidad de episodios pues no estoy seguro de como lo aborda Gainax, habrá que ver, pues las escenas de combate se reducirán draticamente si no agregan más paneles de pelea, mientras que las escenas de explicación aumentaran su tiempo, creo que eso sería lo ideal. En cuanto contar otra historia, no estoy seguro de sí lo hagan, pero me volvería apático si lo aplican mal, he tenido muy malas experiencias ya con finales inventados en el anime y que se alejan del manga original que es muy bueno: Fullmetal Alchemist, Soul Eater, etc…

          10 abril 2012 en 19:06

  2. Tal ves me vuelve repetitivo con mencionar Gintama pero me parece que Medaka Box tuvo cierta herencia con respecto a su estructura de pasar de un genero a otro de forma brusca e inesperada, como su genero inicialmente principal es desplazado por otros géneros al cual se aventura, es una obra con también bastante densidad escritural ,no en el sentido meta textual sino en su cantidad de gags y como van empeorando una situación hasta desaparecer la idea inicial de su capitulo o arco. Su autor prioriza la creatividad asi que Gintama se aventuro mucho en los géneros, desde el mas básico arquetipo del shounen hasta los géneros mas pesados como el Ero-guru, obviamente hay muchas diferencias, pero ahí esta su semejanza en los cambios de temática.

    10 abril 2012 en 17:47

    • No creo que Gintama sea la serie que hizo eso en primer lugar. No conozco la historia y no me ha interesado, pero la primera serie que realizo esa clase de chistes, donde hay cambio de género en la historia, fue Excel Saga, una serie realmente absurda, mind screw aún nivel, que tengo entendido por algunos de mis amigos, es mucho peor que Gintama. De hecho mucho de lo que sucede resulta que es una alegoría, de una metáfora, de una alegoría simbólica de la sociedad post-moderna. Hasta el punto de que uno se pierde en gags auto-referenciales, citas a otros anime como Super Sentai y Space Battleship Yamato, toda la serie esta construida sobre esa premisa. Es terrible. Sé que el creador de Gintama llega a muchas de sus ideas de modo aleatorio, pero principalmente se mantiene en una comedia sci-fi y una comedia samurai, junto con una oscilación entre el drama y acción, y la comedia y la diversión. Es verdad que privilegia mucho la creatividad, mas no cambia, tengo entendido, de un modo tan drástico.

      Además Medaka Box llega al colmo del shonen después de que se rompe la «cuarta pared» en los capítulos finales, interpelando a la creación del anime y buscando dejar por el suelo al protagonista principal, además de apelar a la audiencia en más de un sentido para que se entienda. De hecho el manga es complicado, y se hace muy metaliterario mientras avanza…

      10 abril 2012 en 18:43

      • asdf_movie

        Antes de Excel saga ya lo hicieron muchos historicos como kinnikuman, esa transicion es casi un sub-genero a estas alturas en la WSJ

        10 marzo 2014 en 02:19

  3. davidvfx

    no egare ke la senyi muy random, pero por tus comentarios de no jusgarla por los primeros ep le dare una oportunidad.

    13 abril 2012 en 11:49

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