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Blood-C 12 (FINAL): Una noche de alegría en un carnaval de película

Esto es el comienzo

Tío conejo ¿qué es lo que estás haciendo? Este día es muy especial, ya no duermas más, mira el espejo con el que te he dejado encerrado, ya lo he quebrado. Levántate de nuevo, vamos a jugar, persigue por las calles a los caramelos ambulantes, están encerrados en cajas de madera, ocultos en los drenajes. Veo tu cara de alegría al engullir a los pequeños animales. ¡Qué rico es saltar de felicidad! Vamos, vamos, ya no duermas más, sal a jugar. Debemos usar una bolsa para recolectar las zanahorias, luego las ponemos en una licuadora. Coleccionemos toda clase de dulces, empálemelos en nuestras uñas. ¡Qué ricos caramelos hay en esta dulcería! Se comen como mazorcas asadas a fuego lento, se saborean como botellas de líquidos energéticos, se amasan como harina para pan y comida. Cantemos con gritos y alaridos en esta hermosa noche de carnaval, bailemos y cortemos los cuerpos de nuestros amigos, porque en el ocaso la vida se hace más corta para todos. Vamos tío conejo, sigue corriendo libre por las calles de este pueblo abandonado, antes de que seas ejecutado por la pequeña niña que usa una espada.

Un prólogo muy largo:

Debo decir, que en contra de todos los pronósticos, el final de Blood-C fue uno de los mejores que he visto. A pesar de haber sufrido una gran desilusión por la serie del episodio siete al diez,  estos últimos dos capítulos avivaron la llama en mi interior, al ver que por fin el gran clímax que habíamos esperado se realiza de un modo sorprendente. No sólo confirmamos que Saya es una de las mejores peleadoras de la historia del anime – usando barras de hierro para dominar a un enorme perro, bajando por su esófago para clavar una estaca en el corazón de la bestia antropófaga –, sino que fuimos capaces de darnos cuenta de la verdad detrás de este campo de concentración usado para calmar el apetito de los Furukimono. De principio a fin la acción fue intensa: es algo que ya había señalado en la primera reseña, sin embargo, no me molesta volver a decirlo, en cada nueva entrega fui testigo de algunas de las mejores coreografías de pelea que he visto, creando en el escenario, no una pelea que se reduce a la fuerza, a la velocidad o la táctica, sino, antes que nada, se trataba de un baile, una danza libre donde la vida era arrojada a la muerte más cruel de quien no interpretara la mejor sucesión de pasos, estética de la muerte que complementa los cuerpos destrozados y mutilados por el hambre de los cazadores de humanos, creo que muchas series deberían aprender a hacer productos de calidad a la hora de realizar algo parecido. Al final quedó confirmado que los ojos rojos de Saya son capaces de ver los puntos débiles o quizás la muerte de sus enemigos. Tadayoshi, el perro y el conejo experimentaron el ser apuñalados, destajados y hechos pedazos por la colegiala más temible de la animación japonesa. Habíamos terminado el último capítulo con la sorprendente revelación de que los amigos de Saya no estaban muertos ni eran lo que parecían. Por primera vez los personajes mostraron un desarrollo del que carecían en anteriores momentos de la serie, y sin embargo observamos sus muertes en el momento mismo en que acababan de volver a la pantalla para recordarnos que todo esto era una farsa. Esta vez, murieron de una forma espeluznante, pienso que mucho más violenta que la originalmente mostrada, con sus cabezas aplastadas, golpeados brutalmente hasta desangrarse o ser desgarrados por la mitad mientras sus piernas eran jaladas hasta estirarse la carne, los tendones y los huesos. Ver a cada uno de los ex-amigos de la “doncella del templo’’ recibir su castigo por traicionar a su patrón me hizo sentir casi una especie de satisfacción al pensar que obtuvieron lo que se merecían, convirtiéndose, literalmente, en comida para perros. Por primera vez presenciamos que expresaban sentimientos reales frente a la inminente amenaza que rodeaba el pueblo. Si antes estaban dispuestos a seguir calmadamente las tareas que se les habían asignado, ahora ellos de verdad estaban dispuestos a venderse los unos a los otros con la intensión de salvar sus vidas condenadas a los asesinatos más espeluznantes que he visto desde Gantz. Algunos pensaron que Saya realizaría este trabajo siniestro, mas no debemos olvidar que ella siempre ha protegido a los humanos. Desde su creación y su posterior crianza, Saya tiene prohibido matar personas. Esa promesa, infundida en ella, ha permanecido como un recordatorio de su antiguo pacto con quienes en algún momento obedeció y, al parecer, resulta ser un acuerdo que la cazadora nómada no ha olvidado desde sus años de servicio ya muy lejanos. Sin embargo, se convierte en un estorbo innecesario que merece ser dejado de lado, tanto es así que de los dos deseos que Saya realizó, uno de ellos consiste en poder dejar de lado esa incomoda petición que ha sido un obstáculo para la maestra indiscutida de la katana. Si deseaba seguir siendo ella misma, también deseaba poder arrebatarle la vida a quién la convirtió en una marioneta con la cual jugaba todo el día. Este deseo, que incluso Watanuki parece incapaz de conceder de momento, explica muchos de los diálogos que tuvo con la guerrera durante sus apariciones efímeras, donde no sólo intentaba hacerla regresar de su estado hipnótico, sino también librarla de la maldición que le impedía realizar sus más grandes anhelos. Ese código de seguridad que usó Fumito para crear memorias falsas y controlarla, es un obstáculo que la chica uso para apostar con su captor. Si Saya ganaba, Fumito le ayudaría a vencer esa orden impuesta desde sus inicios; si Fumito ganaba…

Si bien muchos han dicho que la ejecución de Blood-C ha sido una de las peores que han visto, con lo cual no estoy por completo en desacuerdo, sí pienso que es injustificado creer que toda la tensión que se construyó desde el tercer episodio hasta ahora no sirvió para darnos cuenta de lo grandioso de la premisa central que esta serie ocultó durante un largo tiempo: una vampiresa capturada que estaba atrapada dentro de un experimento en el cual los humanos deseaban apoderarse de la fuerza de sus eternos enemigos por medio de la extracción de la sangre de la falsa sacerdotisa. Por alguna razón, el ritmo lento de la serie llevo a la gente a considerar que Clamp realizó un fiasco al mostrarnos esta nueva entrega de la franquicia de Blood, pero criticar a Blood-C por esta razón significa no entender para nada la premisa central que acabo de enunciar. Creo que la serie va en contra de uno de los estereotipos típicos de las series de ficción y acción, pues en la mayoría de los casos son los humanos quienes pelean por sus vidas frente a demonios que desean imponer sus voluntades sobre la gente, en cambio aquí la trama se ha invertido y son los humanos quienes esclavizan y utilizan a los demonios que los devoran. Hay una tradición verdaderamente antropocéntrica en las series de ficción que muestra a los no humanos como seres dignos de exterminio y deja fuera de discusión el mal que cada uno de los hombres y mujeres llevan en su interior, incluso hasta el extremo de no profundizar mucho en sus propios valores y vidas. Por el contrario, vemos en Blood-C una humanización de los personajes no-humanos, mostrando afectos y viviendo sus vidas de la mejor manera posible, profundizando sus vínculos hasta el punto de derramar lagrimas por la muerte de los suyos. En este caso Saya y Tadayoshi son ejemplares. Tadayoshi mostró, desde el inicio, una especie de arrepentimiento por engañar a su hija (que al final lo reconoce como padre), en sus ojos veíamos una tristeza innegable, a pesar de mentirle constantemente y acatar las órdenes de sus superiores, mostraba una sensación de profunda incomodidad con la situación en la que vivía, expresándola en sus gruñidos de molestia y dolor. En este episodio, y el anterior, todos pudieron confesar sus verdaderos sentimientos hacia los demás: Saya lloró por primera vez, Itsuki confesó que su amor era real, Tadayoshi nos habló de su felicidad por encontrar a alguien igual a él. Las lagrimas que derrama Saya por su padre y finalmente por el escenario en que ella experimentó una cierta felicidad, son tragos amargos que se suman a la ya conflictiva personalidad de la actriz sin guión que sintió que su corazón se desmoronaba al ver a las únicas dos personas a quienes les importaba morir frente a ella (uno muere salvándola, el otro muere por sus propias manos), e igualmente al darse cuenta que esa vida tranquila no era otra cosa que una gran mentira. El escenario se desmorona paralelo a la personalidad de la heroína, flotando en un lago, a la deriva de las corrientes acuáticas, es transportada a una orilla donde queda varada, recordando sus sueños, sus deseos, los simulacros que vivió a lo largo de su travesía. Desorientada por haber fracasado en su venganza, termina expuesta a los elementos después de haber perdido un tercio de  su rostro – Fumito se encarga de dispararle justo en su ojo izquierdo. Lagrimas de sangre escurren por su rostro, tomando una decisión que será expuesta en la película.

La epifanía que Saya tuvo al comienzo, por fin se manifestó como un rayo de luz, una espada espiritual en la mente de la guerrera, un destello que marca el espíritu de la misma forma en que la espada corta la carne, que al tomarla alcanza la iluminación que deseaba, lista para seguir el camino que ha elegido: perseguir al maldito que los hizo bailar a todos en la palma de sus manos, muñecos capturadas por la ambición científica de un hombre sonriente y con deseos de poder. Para él, esto no es más que un mal chiste. Ver a los soldados disparar a la multitud y a los carros atropellar a los desesperados extras del reparto, revela que en este baño de carmesí, a Fumito no le importaba nada excepto cumplir sus objetivos y, bueno, Yuuka, como todo buen político, logró sobrevivir al genocidio que se perpetró para alcanzar sus metas. Con esto sólo nos resta esperar que sucederá con la vampiresa más torturada de la historia del anime.

Coming soon

6 comentarios

  1. Cate

    Si Clamp hubiera hecho tal cual está en el post, hubiese sido una gran serie D:
    Lo de la pelea no te lo discuto, fue decente. Pero eso se balancea con las proporciones Clamp de estirar esqueletos.
    Itsuki era el presidente del aula, no? -nunca aprendí su nombre- su confesión hubiera sido más apropiada -aunque terriblemente obvia de igual manera- si ya no lo hubieran convertido en una coladera humana. Si que me reí en esa parte -y en la de los conejos, buena comedia-

    Recuerdo una película vietnamita -creo- de terror, pasaban 15 minutos llenos de aburrimiento y yo que soy marica y no veo pelis de terror ya quería coger una pala y molerlos a golpes. Pero con blood C ni la pala daba ganas de coger.

    Después de haber visto animes como Madoka que te hacen esperar con ansias al siguiente capítulo, no, esto no puede ser considerado ni siquiera aceptable, aunque tuviese 2 capítulos rescatables.

    4 octubre 2011 en 22:50

  2. La verdad estoy de acuerdo contigo, los últimos dos episodios fueron muy buenos, especialmente observar como se desmoronaba el mundo alrededor de Saya, lo cual fue muy interesante. Lamentablemente, todo Blood-C no fue otra cosa que un prólogo para la película, lo que causo la prolongación de toda la serie de eventos de los que fuimos testigos, llevando a un punto muerto toda la producción. Sin duda no es una serie que pueda recomendarse si estas deseando un desarrollo rápido y contundente, gran parte de esta transcurrió en una especie de vacío esencial que dejaba mucho que desear. En realidad todo estuvo de risa, especialmente en lo melodramático, aunque las peleas fueron excelentes desde el punto de vista visual y la aplicación de técnicas de animación. La verdad no me importa que la animación desfigure la forma de los personajes con la intensión de conseguir esa clase de efectos…

    5 octubre 2011 en 14:45

  3. davidvfx

    Yo siempre acuse a la serie de lenta y que su trama estaba a «cuenta gotas»… ya despues de ver un GRna final que no me lo esperaba lo que puedo concluir es que Blood-C hubiera esta estupenda en formato mas de pelicula y es que admitamoslo los primeros ep no avanzaban nada mas que eran para ver la gran lucha con el yokai en turno, misterios y dramas eran inexistenten o imperceibible. y si no me creen algun fansub puede hacer un adicion y de la serie y te hace una peli de 2 hrs ó 1-1/2hrs y saldrian un efecto mas agradable y dinamico.

    no digo con esto que se una serie mala con un guion mas enriquesido y no tenerno en un capitulos con 80% de slice life y 20% de trama de terror la tendria un pedestal.

    podria ponerme a postar algo, que la famosa pelicula seran 2 peliculas…. por que como dije la serie esta muy facil editarla y quitar el la paja que se sacaran primero una movie simplificando la serie completamente y y despues la pelicula que continuara la trama.

    5 octubre 2011 en 16:00

  4. Sí, sin duda son dos películas; recuerdo en una entrevista que le hicieron a Tsutomu Mizushima, el director de Blood-C, donde confesaba su propia preocupación por el rumbo que había seguido la serie, argumentando que se veía obligado a seguir ordenes. Creo que un director astuto se hubiera dado cuenta que una historia entretenida debía seguir un ritmo diferente, mostrando de forma más ingeniosa y aunque no necesariamente más rápida, las revelaciones importantes de la serie. Cortando muchas escena y realizando ajustes, obtendríamos una serie que valdría la pena considerar como de las mejores del año. Lastima que no fue así.

    5 octubre 2011 en 19:13

  5. MonsterKawaii

    a mi me gusto este anime aunque fuera lento los ultimo 3 capitulos fueron lo mejor xDDD y espero la pelicula con ansias :3

    9 enero 2012 en 15:01

    • Me alegro que te haya gustado, pero la verdad es que fue un poco decepcionante, al parecer muchas cosas cambiaran en la película. Bueno esperemos haber que pasa.

      9 enero 2012 en 20:00

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