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Hanasaku Iroha 19: True Colors

Beautiful, like a rainbow

“En la variedad está el gusto” reza el popular dicho; y en Hanasaku Iroha tenemos una gran diversidad. Hay chicas pasivas y sumisas, espontáneas y agresivas, tiernas y coquetas, fuertes y delicadas. Esta semana pasada tuvimos la oportunidad de ver a nuestras cuatro más destacadas representantes en el Saimoe (lo siento por Sui y Tomoe) interactuar en el medio más comúnmente usado en el anime para contar sus historias. Casi todas las producciones toman lugar en las escuelas, lo que nos ha permitido relacionarnos con muchos de las costumbres típicas del pueblo japonés y la forma y espíritu con que son practicadas. Una de las tradiciones que no puede faltar en todo anime escolar es, sin duda, el festival cultural, aquella suerte de kermés colegial en la que todas las clases arman distintos tipos de espectáculos y actividades, algunas veces en competencia, dando todo de sí por su realización y disfrute… o al menos eso es lo que nosotros creemos que sucede en la realidad. Sea que hayamos sido engañados o no, este tipo de acontecimientos brindan la ocasión para observar a nuestros personajes desempeñar sus distintos cometidos de formas que nos hablan más sobre sus variopintas personalidades.

Este episodio obra como un tipo de preludio a sucesos más impactantes o emotivos, ya que la historia queda detenida en el momento más álgido de la narración, dejándonos con la expectativa de lo que sucederá en pocos días. Ver este capítulo me hizo darme cuenta de que me va a doler cuando Hanairo termine. Sin embargo, la interrupción de la trama no desmerece la entrega, ya que pudimos presenciar a Ohana, Minko, Nako y Yuina en sus trece, demostrando todas esas características que les valieron el aprecio de la afición (las que, esperemos, las lleven lejos en Saimoe, aunque el sorteo se las ponga difícil). Cual si de una paleta se tratase, las chicas nos pintan un cuadro ilustrativo sobre las alegrías y retos que se experimentan en la juventud.

Cyan

Nuestra hobiron es impulsiva y soñadora, lo sabemos. Es de notar que esas cualidades son las que precisamente le dan esa vitalidad, esa naturalidad tan llena de inocencia que la hace simplemente adorable. Su actuar tan libre de maldad y prejuicios describen una personalidad idealista, casi quijotesca, una niña tan llena de valores que la convierten en un caso raro, extraño entre sus contemporáneas. Su candidez la hace alegrarse por la elección de sus dos amigas como colaboradoras en el festival cultural sin percatarse de la disconformidad de Minko; o hablar con mucha ilusión con la susodicha cuando esta no le está prestando atención; o alabar a Yuina viendo lo bien que le queda el kimono sin importar que alimente el ego de la vanidosa heredera; o hacer figuras frente al espejo sin darse cuenta de que está siendo observada. Es tan desinteresada y colaboradora que resulta difícil que nos caiga antipática, contradiciendo la teoría presentada por Nako en el episodio anterior. Notamos que, a pesar de su resolución a imitar el ejemplo de su abuela, y en menor grado el de su madre, le resulta difícil olvidar o por lo menos controlar sus sentimientos por Koichi, su añorado mejor amigo. La sola mención de su nombre le producen evocaciones y ensoñaciones con él, en las que tiene la posibilidad de retomar su actividad juntos, cooperando lado a lado y tratándose con la confianza que siempre tuvieron y que probablemente hayan perdido. Sin especular sobre los sentimientos del joven, nos queda claro que Ohana no podrá dejar atrás sus sentimientos románticos, los que quizás lleve hasta el final de la serie y quién sabe, pueda que le propicien una reunión con el ser amado, aquel que con amabilidad y respeto se supo ganar el corazón de la rubia más carismática de la presente temporada.

Magenta

De Yuina hemos visto poco -comparado con las otras muchachas- y ese poco nos ha creado un criterio algo negativo sobre la princesa heredera. A pesar de que este capítulo casi corrobora esta opinión, con sus vanidosísimos gestos y su desbordante autoestima, me llamó la atención el aprecio que siente por sus amigas. Desconocemos si en la escuela hay otras muchachas de posición acomodada como ella, pero aun si ese fuera el caso, Yuina prefiere pasar el tiempo con sus humildes compañeras, al punto de ser capaz de renunciar a su transporte privado para viajar en el tren como la gente de a pie. La diferencia económica es notoria (fíjense que es la única con teléfono táctil), pero la princesa no se deja influir por las condiciones materiales en su selección de compañía; para ella, lo importante es hallarse en confianza con gente desprejuiciada y natural. Quizás sea el exceso de atención que genera, o una oculta admiración por las variadas cualidades del trío del Kissuiso, pero Yuina encuentra en ellas confianza para expresarse con soltura, sacando a relucir su melosidad interna y luciéndola hasta con quien menos afinidad tiene. Hasta en las circunstancias más escabrosas, la bella joven del acento extraño sabe cuándo intervenir y cuándo retirarse, manteniendo cierto chismoso interés en el resultado de los hechos con su irascible compañera. Esa disimulada lealtad habla bien de ella; y esta bien podría ser una de las razones por las que las otras chicas no la consideran superficial o arrogante. Encontrar un amigo leal es un bien que debe atesorarse, no importa cuán extravagante sea.

 Yellow

Ya tuvimos la oportunidad de constatar que a Nako le sienta muy bien el color amarillo. Aunque en el uso diario se le suele relacionar -en ciertas culturas- con el sensacionalismo o la cobardía, esta tonalidad también es denominada el color de la amistad. Nuestra Nakocchi ciertamente es amigable, y el continuar con su esfuerzo por actuar con naturalidad le ayuda a gradualmente hacer nuevas amistades, con tal de que en el proceso aprenda un poco de delicadeza y cortesía. Es como actuar en automático, como si su instinto le dijera cómo responder en los momentos menos indicados, dejando brotar una labia que podría rivalizar con la de Tohru. Actitudes claramente opuestas, su cordialidad y parsimonia junto con su franqueza y falta de tacto. Esto último nos ocurre a todos, con frecuencia y sin notarlo, ya que solemos malinterpretar y ser malinterpretados, no sabiendo expresarnos de la forma correcta o poner en palabras claras nuestros pensamientos, percatándonos de nuestras metidas de pata después de herir a otros. En la pecosa Mizuno pudo haber encontrado una nueva amiga la cual pueda entender su comportamiento, pero al parecer con sus últimas palabras acabó con la posibilidad de nuevos encuentros amicales con la niña. Nos queda por saber en qué continuará su desatinado comentario sobre la obra de la pintora.

Key

Este episodio le pertenece a Minchi. Desde el arranque, su tsunderismo brota a borbotones, desbordándose por todo Yunosagi. Gracias a la explicación de Seriousman, calificaremos a Minko de tsundere de clase A: aquella que intenta “reprimir o negar el sentimiento amoroso por considerarlo humillante, indigno, debilitador o esclavizante”. Claro que, lo que la convierte realmente en tsundere es el no poder reprimir sus sentimientos por más que lo intente. Estos sentimientos no solo están dirigidos hacia Tohru, su amor imposible (solo porque ella es incapaz de acercarse más a él), sino también hacia otras personas o situaciones incómodas. Su lado tsun-tsun afloró en los momentos menos adecuados, creándole serios problemas esta vez. Antes de hablar del altercado culinario con sus compañeras de clase, captó mi atención el hecho de verla tarareando después de ducharse y manteniendo el ritmo con el pie, como ensimismada por la tonada, a imitación de cualquier melómano. Ya que antes no la habíamos visto interesada en música, repetí mentalmente la tonadita hasta acertar con cuál de los openings o endings tiene captada la atención de Minchi, para luego descubrir que es la rockera canción que su amado escucha con frecuencia (Haru no Mukou, by Rey, creo). Para que te llegue a gustar la música que tu ansiada ilusión escucha, tienes que estar muy pero muy aferrado a ese sentimiento, intentando sentir lo mismo que él (o ella) siente; y es muy probable que muchos hayamos hecho lo mismo por alguna persona (por eso escucho a Rosario y Bebe). En su desmedido deseo de sorprender al mordaz cocinero con una participación sobresaliente en el festival, no escatima esfuerzos en convertir el menú de la clase en algo más que digno de un restaurante de 5 tenedores, cosa que a sus compañeras no incomoda, más que su terquedad y dureza en el trato. Cuando uno está enamorado, es capaz de hacer cualquier cosa, y esa frase debe tomarse literalmente, ya que por amor somos capaces de superar cualquier obstáculo que se presente. Ninguna traba puede ser imposible de superar si la sonrisa de esa persona especial es el premio que recibiremos a cambio. Minko tiene bien claro cuál que es objetivo hacia el cual apunta en esta oportunidad, pero se equivoca al exigir que sus colaboradoras actúen igual que ella, ya que no están movidas por la misma motivación. Precisamente con la única de ellas con la que comparte ideales tiene el choque de intereses que desencadena una breve reyerta en el salón 2-A. Sus frases tienen la forma de un bumerán, ya que al acusar a la infortunada adolescente se acusa a sí misma, reclamándole el dejar que la persona que le gusta influya en su forma de trabajar, cosa que Minko misma está haciendo. Conocido es eso de que mientras ayudas a otros te ayudas a ti mismo, pero esta vez es todo al revés. Descubriendo su verdadera naturaleza y pintándose en sus colores reales, Minko pierde el respeto de sus anteriores admiradoras y se gana el rechazo de sus ayudantes, lo cual pondrá bajo prueba su lado dere-dere.

Teniendo el cuadro completo de la situación, el balance termina siendo favorable para este episodio transitorio, lleno de sorpresas (¡Denroku tiene un hijo!) y no tan sorpresas (Confirmado, Enishi está enamorado de Takako). Al ser esto, más que una reseña, un semi-análisis de personalidades, este post está sujeto a discrepancias, las que pueden ser expresadas con la libertad característica de este blog.

5 comentarios

  1. davidvfx

    Pues que mas decir estamos ante un nueva situacion y nueva faceta de la niñas, y yo que creia que lo del cine se extendia mas o tendria consecuancias mas graves, bueno… indudable como dices Minchi fue la el foco central de los sucesos ya que fueron los mas turbios en esta parte, y vamos me doy cuenta que Tohru es de los tipos que que le gustan las chicas alegres he infantiles, por eso e da cuenta del cambio en Nako que despiede un aura mas abierta y positiva con ese toque inocente… Tohru no esta enamorado por Ohana solo le atraen (o lo calinetan mas que la estufa de la concina) este tipo de chicas. Minchi es muy estilo marimacho creo que por eso nunca se tomo muy enserio las puestas en brama de su macho ya que solo era eso pura calentura… Tohru eres lo peor (broma es un chico sano pero igual le daria un jalon de orejas)

    Yuina es verda que da a sacar aspectos que podemos decir negativos, pero por que no cae tan mal? creo que la escritora nos da el felling de lo que pasa con los grupos de amigos de la adolecencia, que siempre hay una obeja negra al cual siempre disulpamos «pero no es mala persona» «pero es un buen amigo», ect ect. creo que Yuina es ese tipo de amiga que haga lo que haga etica o moralmente custionable siempre es considerada buena amiga, pues quie es perfecto…. eso si unamujer de cuidado te puede destrozar y de pasada darle la razon.

    Nako … pues solo como ella es, creo que no vimos mas que su forma de ser como es… bueno mas el cambio que tubo en el ultimo ep… lo que «my no entender» es por que la reacion ante el cuadro… crei que habai algo vergonsozo… pero mas pereciera que nako vio algo que la disturvio… o le estaba dando un ataque regresivo?… me quede como la misma pintora algo desorientado por la respuesta….

    mencion a la niña de la diadema…no se por que cada ves que la vei pensaba que Ritsu de K-on

    y Ohana…..~~~~~~~~~~»Akarin~~~~~~~~~~»

    13 agosto 2011 en 20:27

  2. Minchi da un poco de miedo a veces, se le paso mucho la mano con la pobre muchacha. Aunque bueno en el fondo debe de reconocer que no esta del todo bien hacer las cosas por motivaciones ajenas a uno mismo. Al mismo tiempo me da un poco de pena por el grado de soledad que debe experimentar al ser como es.

    Yo si creo que Thoru quiere a Ohana por algo mas profundo que solo su «tipo» de chica y de no ser porque la prota tiene ya intereses romanticos bastante claros la tendria ganada.

    Yuina sigue sin caerme bien del todo pero reconozco como vos Benjammin que es bastante leal sobretodo por el segundo episodio de la pelicula, donde sale corriendo solo para ver si sus amigas estaban bien con lo de la estafa o cuando las defendio enfrente de las señoras que las criticaban, eso no lo hace cualquiera. Con solo eso creo que me es imposible odiarla y pido perdon por querer que un carro le pase por encima.

    Lo de Nako es que sencillamente le dio miedo quedar mal enfrente de la artista porque ella no entendio ni un bledo de que trataba el cuadro pero no queria hacer sentir mal a su compañera que la verdad que esta bastante solita. Fue como que hagoooo!!! No se nada de esto!! Si contesto mal se enojara, dejara el festival pensara que soy tonta?? Algo asi me imagino.

    14 agosto 2011 en 00:30

  3. davidvfx

    A se me olvidaba un saludo BENJAMMMMIN estube alejado de los post pues cuestiones de que tenia que buscar trabajo y me desconecte… y lo peor no he consegui (dura crisis)

    Konopikyu, pues es solo una supocision, o mejor dicho corazonada ya que paso igual con la madre de Ohana y ahora se da cuenta de la existencia «estetica» de nako, segun me dijo mi mama uno es una es casualidad, dos es un coencidencia, y tres ya tenemos una tendencia… no se tal ves son impresiones erroneas mia.

    algo que se me olvidadaba es que parece que se retomara el aspecto sobrenatural, o por lo menos simbolico, del bomborin y ese espiritu de los sueños que vimos en forma de niña; la escenita de Kou-Nesama es mas que un aviso o preludio a recordarnos el tema…. Y hablando de pinturas y reinterpretaciones igual no entendi lo de Kou… bueno si significa algo lo tiene que apurar ya nos estamos hacercando al rango de 24 a 26 ep donde cuasualmente terminan las series… dos arcos o uno muy estendido quedan.

    14 agosto 2011 en 01:54

    • En realidad te estábamos extrañando… o al menos yo extrañaba tus comentarios. Lamento mucho la situación que estás pasando; espero que mejore pronto.
      La verdad que no relacioné a Kou con el kitsune del episodio ya-no-me-acuerdo; pero también estoy convencido de que el bombori y su posible doble significado van a tener algfo que ver con el desenlace de la historia. Por ejemplo, de tanto que Ohana anda repitiendo eso de «bonboru», «bonbotte», y así, Yuina ya tiene la costumbre de usar la expresión, y le dice a Minchi «issho ni bonboro, nee?» (entiendo que será «esforcémonos juntas, si?») en la escena del guiño.

      14 agosto 2011 en 20:25

  4. Oh me gusto mucho el dicho de tu mama david, apuntado en mi cabeza a partir de ahora. Nop yo creo que no tiene nada erroneo de hecho se aplica para reconocer la tendencia negativa o positiva de mucha gente.

    Yo siempre he visto que a Ohana los sueños se le cumplen, como que es medio vidente asi que me haria mucha gracia si Kou apareciera aunque ella no lo supiera. El verlo por igual o como ella es como un simbolo de aceptacion total y confianza plena. En otras palabras Ohana desea verlo tanto que no le importa darle un poco de encanto femenino con tal de verlo, esta muy enamorada la muchacha.

    14 agosto 2011 en 15:00

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