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Sasameki Koto (manga) 13-14: Tan cerca, tan lejos

Por Kazama

¿Por qué bloggear el manga de Sasameki Koto? Cualquiera pensaría que con Girl Friends estaría cubierta la cuota de yuri; sin embargo, aparte de la evidente calidad del relato que sustentáramos en nuestras reseñas del anime durante la temporada pasada (artículos que recibieron una acogida bastante positiva), existe un motivo de peso para reemprender esta historia original de Takashi Ikeda: AIC, el estudio encargado de realizar la adaptación animada cumplió su labor de manera aceptable (incluso se introdujo un episodio 100% nuevo), pero dudo que, teniendo en cuenta las cifras de audiencia, la venta de DVDs y su repercusión en internet, se interesen por lanzar una segunda parte a corto plazo y quizá nunca lo hagan. Sería injusto, entonces, perder la oportunidad de comentar cómo prosigue la relación de Sumika y Ushio después del secuencial camino que conduce a Kazama a intuir sus verdaderos sentimientos. Los post dedicados al anime nos ahorran la necesidad de emprender esta lectura desde el primer episodio. AIC trasladó las viñetas del manga con extrema fidelidad, de manera que cada capítulo televisivo equivale a su correspondiente versión en papel y tinta, salvo el penúltimo (donde las chicas buscan un tesoro siguiendo las pistas dejadas por alumnos de otras promociones), de manera que, quienes hayan visto Sasameki Koto durante el otoño no tendrán problemas en orientarse dependiendo de cómo decida internarse en el manga. Hasta la fecha, desde su inicio en 2007, Ikeda ha publicado 34 episodios en Monthly Comic Alive, y cinco recopilaciones en forma de libro (tankoubon). El anime abarcó solamente los primeros dos volúmenes, de manera que, fillers aparte, Sumi-chan y Kazama han avanzado, tropezado, retrocedido y vuelto a ahondar en su relación de manera que cualquier espectador de la serie que leyera el capítulo publicado en enero, se sentiría confundido (en particular por la inserción de nuevos personajes), pero enfrentado al episodio 13 se encontraría cual pez en el agua. Por ello, he decidido avanzar en arcos o parejas hasta la entrega más reciente poniéndonos al día para continuar disfrutando de las desventuras de este esquivo romance.

La vida de los ricos y famosos

Como mencionaba en anteriores ocasiones, Sasameki Koto me parece un título capital para comprender la nueva ola del yuri contemporáneo, que deconstruye el paradigma genérico, amplia su marco de público reproduciendo las expectativas y fantasías de una audiencia o lectoría masculina y que contracorriente de la tradicional solemnidad y angustia de historias como Marimite, no renuncia al humor y la cotidianeidad. El capítulo 13 es un típico episodio de reinicio después del primer pico dramático alcanzado duranto el arco de Azusa Aoi -los sentimientos de Kazama comienzan a emerger inconscientemente, Ushio experimenta los celos y la soledad, vislumbra cuánto depende de la presencia de Sumika y finalmente parece abrir camino hacia una nueva fase en su amistad-: las vacaciones de verano terminaron y después del reingreso, los diferentes salones se preparan para el Festival Deportivo, del cual depende la prioridad para escoger su actividad del Festival Cultural (no pueden hacerse dos maid-cafés o dos casas encantadas, por tanto, el ganador hará valer su elección). Teniendo en cuenta las habilidades atléticas de Sumi-chan, el resto de salones buscará sabotear a la clase 1-2 intentando lesionarla. Aparecen entonces las hilarantes Zenigata y Watamura, que fungirán como su guardia personal hasta el extremo de quedarse en su casa toda una semana y acompañarla por el pasillo limpiándole el paso. Desde luego, por culpa de estos preparativos, la vida de Sumika volverá a verse alterada por la interferencia de nuevos elementos excéntricos (como si no bastara con Tomoe, Miyako y Akemiya) que además de avergonzarla, importunarla y seguir su propio libreto inmiscuyéndola sin su permiso, se arrogarán el derecho de hacerlo por su bienestar, aunque ciertamente, los freaks sobran en ese colegio y existe un complot real para atentar contra Sumika allí donde más parece dolerle. Para variar, pese a ocultarlo bastante mal, nuestra protagonista está realmente entusiasmada con su participación para lucirse frente a Kazama. El ambiente propicio de los últimos episodios le ha restado preocupaciones acerca de la imagen que exhibe ante Ushio: en lugar de obsesionarse por un imposible (volverse kawaii), prefiere mostrar su rostro más auténtico, que parece empezar a atraerle más a Kazama.

TODO por Kazama

Penguin Musume Heart

Sin embargo, Sasameki Koto siempre reserva un espacio para el melodrama. Kazama es «secuestrada» por un grupete de nerds que pretenderán sobornar a Murasame amenazándola con revelar fotos de Ushio vestida con un embarazoso… disfraz de pingüino, que nuestra lesbiana favorita parece disfrutar porque le parece «cute». El lado air-head de Kazama es impredecible, su trade-mark más característico: es probable que Sumika sienta similar atracción que Ushio por las chicas lindas, indefensas y algo tontas. La única diferencia es que Sumi-chan está enamorada, no entusiasmada: por ello, se mantiene tercamente peleando en silencio mientras que las ilusiones de Kazama suelen ser efímeras. Sumika decide renunciar a la carrera de postas de manera exageradamente notoria para rescatar a su amiga y por fortuna, la aludida goza de una conciencia del ridículo muy laxa (las ventajas de haber salido del closet lésbico). El abrazo en solitario le devuelve la calma, pero podemos imaginar que para varios estudiantes la cercanía más que amistosa, de dependencia psíquica, entre ambas es un secreto a voces. El capítulo 14 nos traslada al Festival Cultural: en apariencia, no existen más obstáculos para que Sumika concrete un acercamiento romántico con Kazama, incluso Ushio parece dispuesta a aceptar ese paso fundamental que redefina su relación. Como nunca, las chicas lindas han dejado de importarle y tampoco le interesa la modelo Akemi-chan, en cambio, cuando su senpai de la biblioteca le pregunta con quién quisiera bailar alrededor de la hoguera, piensa de inmediato en Sumika, describiéndola como «Una amiga, pero…» y dejando a entender mediante ese «pero» una gama difusa de pulsiones. Hemos arribado a un punto determinante de suspenso: Sumi-chan ha «vencido» a sus rivales (Akemiya, la bibliotecaria y bien podríamos decirlo, un sector importante de la población femenina) e incluso Kazama ha superado simbólicamente a quienes osaron entrometerse (Aoi-chan). Sasameki Koto sabe capitalizar los altibajos sentimentales de sus personajes y crea este interludio de paz emocional que favorecería al ansiado sinceramiento de sus heroinas. Como es costumbre, Tomoe sirve como consejera o escucha que permite conocer por su propia voz la conciencia de Sumika, pero del lado de Ushio, nuestro conocimiento todavía sigue siendo algo fraccionario y ambiguo. La responsabilidad narrativa continúa recayendo sobre Murasame-san: a partir de sus esperanzas, se fundamentarán las expectativas del lector.

Oh, no... No otra vez

Buuuu...

Las cosas no pintan color de rosa para Sumika cuando arriba una oponente más complicada, una pequeña y hermosa joven alemana llamada Charlotte Munchaussen, o Lotte-chan, para abreviar, que despertará al demonio yuri de Kazama hasta llevarlo al estado berserk. Después de un falso punto de sosiego que empujaba a prever erróneamente en un cercano final feliz, el autor reemprende con un nuevo arco de tensiones, un desafío que vuelve a ponerle la marcha cuesta arriba a Sumika y, para empeorar la situación, resulta que Lotte es amiga de la familia Murasame y residirá en casa de Sumi-chan durante su estancia en Japón pues su principal propósito es perfeccionar su karate en compañía de la legendaria campeona adolescente. Doble acorralamiento, pues la mocosa está obsesionada, como la mayoría de personajes de Sasameki Koto, con un estereotipo, en este caso, el «espíritu japonés». Incluso acude a clases con un uniforme masculino y solo piensa en practicar para volverse más fuerte. En estos momentos de mayor dramatismo, Sasameki Koto no renuncia a la comedia, sino que tempera las angustias con unas carcajadas. Los ademanes masculinos de Lotte hunden a Kazama en una hilarante crisis existencial («Está mal, debe haber algún error… No puede ser mi ángel… Es una blasfemia contra la belleza» e interiormente culpa a Sumika por promover en Lotte esa masculinidad. Ahora, de forma inconsciente, Ushio encuentra en su mejor amiga a una virtual enemiga y aprovechándose de la inocencia de la enana, la convence de que vestirse de maid es parte del nuevo espíritu del karate. Lotte se entera al poco tiempo del engaño, pero pese a la humorada, muchos asuntos serios quedan en suspenso. La estratagema nos deja una imagen antipática y egoísta de Kazama, o cuando menos superficial, frívola, incapaz de comprender los sentimientos de Sumika incluso cuando ella sufrió su ausencia durante el arco de Aoi-chan. Nos devuelve al dilema inicial de Sumika confrontada a una peligrosa retroalimentación: mientras Lotte se empeñe más en imitar la senda de la Violenta Murasame, con peores ojos verá Ushio a Sumi-chan y, de nuevo, nuestra meganekko perderá las esperanzas y bregará para recuperarlas al menor estímulo. Oh, Kazama, querida: te mereces un slap bitch urgente.

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4 comentarios

  1. Garomi

    me encantan los analisis que ases sobre sasameki koto,por favor continua con los demas capitulos del manga

    Bye Bye

    3 abril 2010 en 01:02

    • Es cierto que dejé pendiente ese proyecto, pero en vista de tu interés, buscaré un tiempo para releer los capítulos 15-16.

      3 abril 2010 en 01:32

  2. MIU

    ES CIERTO… EL MANGA YA LLEGO AL CAPITULO 39!!!

    28 julio 2010 en 05:49

  3. si??????……… xfis diganme en que pagina puedo buscar los capitulos, yo solo estoy hasta el capitulo 13… u.u
    xfis

    16 septiembre 2011 en 18:57

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