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Angel Beats! 2: Reset (o La ridiculización de la muerte)

El ángel vs La herética. El combate del siglo

Antes de comentar el episodio en concreto, vale reconocer los méritos de P.A.Works por la luminosidad e intensidad del opening, incluso cuando, pretendiendo asimilarlo a la estética del visual-novel, peca de estático durante la presentación de personajes. La batalla estética por la mejor animación de primavera sigue ganándola KyoAni, no porque Angel Beats! carezca de una preciosa imaginería, sino porque, en acción, los diseños de personajes encargados a Na-Ga lucen fallidos y restan atractivo al monumental trabajo en fondos, ambientes y efectos. Quizá sea la maldición (o bendición) de Key, pues siempre que optaron por otros estudios aparte de Kyoto, el resultado fue desastroso. No ocurre con Angel Beats! porque, en términos de textura, coloración, iluminación, movimiento, es impecable; sin embargo, causa incomodidad que la apariencia visual de la protagonista Yurippe fuese diseñada y reproducida en un nivel bastante inferior. El opening alcanza sus mejores cuadros mientras el eje de atracción es Tenshi tocando el piano en solitario y contrastada por diversos fondos, alumbrándola con un aura celestial e inocente (al final, le brotan alas), que invita a cuestionar su carácter de villana aniquiladora, función que, recordemos, le adjudica la antiteología del SSS. La alusión a tópicos visuales del eroge en el opening de una producción originalmente destinada al anime es sintomática en varios sentidos: primero, porque delata el campo de procedencia de su creador, advirtiéndonos que su trabajo arrastra por costumbre una serie de mecanismos y enfoques para el tratamiento de la ficción. Sin embargo, permanecer en este nivel de lectura me sabe insuficiente: extendamos nuestra observación anterior y arriesguémonos a elaborar una hipótesis sobre la trama misma. Es cierto: Jun Maeda se formó y maduró como autor principalmente escribiendo visual-novels y muchos elementos de composición o temáticas recurrentes. Por ejemplo, el fantasma o la aparición fantasmática de la «trilogía de las estaciones» (Ayu en Kanon, Michiru en Air, Fuuko en CLANNAD) y los muertos vivientes en otra dimensión de Angel Beats! tienen en común la obsesión de Maeda por confundir los linderos entre vida y muerte, empleando como premisa estructural el realismo fantástico. Por tanto, es verosímil que ciertas nociones inherentes a la manera de consumir visual-novels se trasladen al armazón narrativa de Angel Beats! y provean una línea de interpretación, que consistiría en comenzar preguntándonos si acaso Otonashi, Yurippe y sus demás compañeros son piezas de un juego, personajes de RPG.

En primer lugar, existe un objetivo, apoderarse del limbo (y conseguir la vida eterna, vencer a la muerte), y oponentes que obstaculizan su consecución (el Ángel). Todos los personajes obedecen a un conjunto de reglas que limitan su actuación. Por ejemplo, Tenshi no puede atacar a los estudiantes mientras están cenando. Estas normas también pueden concebirse como dificultades: actuar en consonancia al reglamento del colegio le otorga el derecho a Tenshi a eliminar al jugador y enviarlo a la reencarnación, pero rebelarse ante la autoridad implica tener que soportar los ataques del Ángel. Encontramos también personajes ornamentales, los non player characters, cuya presencia sirve solamente para crear un ambiente más «verídico». Sin embargo, la característica intrínseca al videojuego más resaltante en el universo de Angel Beats! es el reset, la irrelevancia de la muerte. No importa cuántas veces sea baleado, aplastado o descuartizado, el avatar virtual del jugador puede ser restituido a su forma original en determinada cantidad de «vidas» o apretando el botón de reseteado. La consecuencia inmediata es la insensibilización del individuo hacia la muerte como circunstancia luctuosa. Nadie llora cuando Mario o Megaman caen a un precipicio, incluso puede causarnos gracia, como ocurre en Angel Beats!, donde, casi lindante con la ridiculización, las «muertes» temporales de los miembros del SSS son admitidas por sus compañeros «sobrevivientes» con franca naturalidad y procesadas narrativamente como eventos humorísticos. La única reacción negativa, el vómito de Ouyama, manifiesta asco, no tristeza.

Mientras pueda resetearse al sujeto, la muerte carece de impacto, se banaliza. Sin embargo, todos los jugadores saben, de antemano, que el universo del videojuego es diferente al mundo real, donde no existe la posibilidad de revivir a nadie. Las fronteras ontológicas entre ambos espacios están delimitadas: los habitantes de la ficción no pueden atravesar esos linderos y encarnarse en la realidad. Del mismo modo, Yurippe y su brigada de rebeldes viven también, de manera metafórica, en otra dimensión distinta a la Realidad de los «vivos», quienes tienen una sola «vida», o bien podríamos denominarlos «seres no reseteables», una condición que, supuestamente, todos experimentaron antes de acceder al limbo. No tendríamos por qué dudarlo, pues contamos con un testimonio directo y personal acerca de recuerdos de vivencias en el mundo pretérito: el relato de Yuri sobre el asesinato de sus hermanos. Entonces, después de varios minutos de humor negro que expleaba sucesivos métodos de exterminio y trampas homicidas como excusa para provocar la risa del espectador, el racconto de Yuri nos reinstala en un universo inaccesible, lejano, donde la muerte conserva su valor traumático, violento, doloroso.

Es elogiable la actitud del director de privarnos de un espectáculo sangriento. No pretendo entrar en polémica con quienes disfrutaron de series como Higurashi no Naku Koro ni o Elfen Lied, principalmente porque yo también las considero relatos crudos y originales dentro de su propia opción estética. Sin embargo, el público menos maduro podría llegar a concluir erróneamente, a partir de estas sanguinolentas concesiones al gore, que la única manera legítima y auténtica de representar la violencia y producir catársis es mediante su cruenta exhibición, sin ahorrarse los festines de sangre y cuerpos mutilados. La exposición descarnada del decapitaciones o puñaladas genera conmoción, pero en ocasiones, lo oculto, lo oblicuo, lo indirecto resulta más aterrador. El segmento más tenso, desgarrador y quizá escalofriante de los recuerdos de Yuri es la búsqueda de objetos de valor, pues, cual tragedia griega, presumimos su desenlace e incluso cuando imaginamos sus obvias consecuencias (sus hermanos están siendo asesinados sin piedad), el horror proviene de contemplar a una niña indefensa, confundida y desvalida luchando contra el reloj y cargando con una nueva culpa cada diez minutos. Jun Maeda es el maestro del visual-novel lacrimógeno, un género que adquirió profundidad y carta de ciudadanía artística gracias a los parámetros que instituyó en Air y CLANNAD, pero ahora la impotencia del sujeto frente a la muerte es agravada por el sadismo monstruoso de quienes infligen el suplicio. Los casos de Mizusu y Nagisa superaban la voluntad del hombre, eran presas del Destino o la casualidad. Para Yuri, la matanza de sus hermanos es producto de la maldad humana permitida por el mismo dios que la desamparó entonces y ahora pretende devolverla a ese miserable ciclo.

Yuri es admirable como lideresa y persona, sin importar si descubriéramos que estaba equivocada. Si optamos por creerle a nuestra teóloga herética por default, no murio suicidándose. Tampoco estamos seguros si todas las almas que fueron a parar al limbo fallecieron durante su adolescencia o el colegio es apenas un theme, una metáfora tanto del juego como de un momento/espacio de tránsito. Si consideramos que todos murieron en su adolescencia, es lógico deducir que no murieron de muerte natural sino por prematuras enfermedades terminales o accidentes luctuosos, es decir, muertes trágicas debido a la corta edad de quienes las sufrieron. Según Yuri, los suicidas no tienen el privilegio de alcanzar el limbo, están destinados a otro lugar o quizá reencarnan de inmediato, pues, siguiendo su teoría, el suicidio es un acto de cobardía, de renuncia a continuar luchando contra la adversidad, por tanto, es razonable que desistir a luchar contra la suerte (el fatum) significa dejarse llevar por el flujo irreversible de la reencarnación. La pelirroja continúa resistiendo, negándose a aceptar que fuerzas ajenas a su voluntad decidan su futuro, bregando con el resentimiento como inspiración, sí, pero proclamando ese ideal romántico llamado libertad.

4 comentarios

  1. - Test Type -

    Coincido, secuencias como el OP y el concierto del capítulo previo hacen que de primeras esta serie enamore a la vista. En cuanto a trama, es todavía temprano para determinar que es lo que realmente esta sucediendo, aunque eso no impide algo de sana y divertida especulación xD: “La teoría videojuego o realidad virtual” es por el momento la mas acertada debido a, como bien se apunta, la espontánea resurrección de los personajes que no presentan daño físico después de una muerte agresiva, así como por los “Non playing characters” y su similitud con los personajes no protagónicos de un RPG. Puede que lo anterior sean algunas pistas para develar el misterio que subyace a tan peculiar “afterlife”, aunque de igual modo pudiera ser simplemente un homenaje que Jun Maeda hace para el rubro por el cual se dio a conocer.

    De momento, lo que más me intriga, es la vertiente de género por la cual se decidió Maeda para esta obra. El autor de CLANNAD es por obvias razones un maestro del drama romántico, pero después de la acción vista en los dos primeros episodios es fácil suponer que Angel Beats transitara por otra vía. Sin embargo, es también apresurado precisar lo anterior si se recuerda que por lo regular cada producción de anime abarca mas de un género. Por tanto, es entendible esperar una evolución hacia situaciones emocionalmente mas intensas como resultado de la interacción entre personajes o según que situaciones plantee la historia; misma que es poseedora de gran potencial para la reflexión teológica de matices existencialistas gracias a los cuestionamientos hacia la existencia de Dios, su naturaleza y los criterios sobre los cuales estarían basadas sus elecciones. Preguntas como ¿si Dios existe y es bondadoso porque pasan cosas malas? Son terreno fértil para un discurso sobre la existencia y el ser que, si Jun Maeda ha decidido plasmar y mezclar con su notoria habilidad para el drama, en consonancia con un tipo de acción como la vista en el capitulo debut, estaríamos entonces ante una gran serie.

    Ahora, haciendo un poco de OFF-theme, si bien es cierto que la violencia física en Elfen Lied es una herramienta para la provocación de sentimientos en el espectador, la empatización con los personajes no solo se sustenta en esta, sino en como las adversidades de sus vidas han afectado su psique y por ende su imagen personal, la del entorno y su manera de relacionarse con los demás. En ese aspecto me da la impresión de que los creadores quisieron decir que aunque la violencia psicológica no sea tan impactante a nivel visual como la física, si puede ser igual de devastadora. En pocas palabras (para evitar extenderme mas), Efen Lied no solo es un relato de mutilaciones y charcos de sangre, sino también una historia sobre la culpa, el arrepentimiento, la redención y el perdón.

    Para terminar, volviendo con Beats, sin duda es una producción con potencial conociendo en que equipo creativo esta sustentada. Pudiera en consecuencia decir que espero de ella, que me gustaría que transmitiera, pero hace no mucho comprendí que disfruto mas de una obra si mis expectativas sobre la misma son bajas e incluso inexistentes. Pero, aunque acepte dejarme llevar por la ficción, eso no impide que sea participe de la misma mediante teorías y otras consideraciones que de igual manera conforman la experiencia que es ver una obra como esta.

    14 abril 2010 en 20:14

  2. Sertorio

    Bueno, antes de nada comentar que en general estoy de acuerdo con las opiniones expuestas por el autor del blog, pero hay que recalcar un punto:
    Cuando se habla de Dios en occidente se hace desde una perspectiva monoteísta judeo-cristiana; demiurgo creador, más o menos bondadoso, o más o menos intervencionista.
    La visión oriental no tiene porque ser así, Dios no tiene porque ser único, ni omnipotente, ni especialmente sabio.
    No me voy a liar aquí a analizar lo poco que sabemos sobre shintoismo, y sobre budismo, solo un apunte, la gente se cree que sabe mucho sobre esta ultima religión y no sabe nada… partamos de la base que creo no hace tanto una el mas opresivo régimen teocrático conocido.

    Lo que si esta claro, es que se trasmite un sentimiento de lucha contra el sino, contra el orden establecido, que desea alcanzar un estado de libre albedrío relativo.
    Relativo porque tu libertad esta coaccionada por que solo tienes dos opciones, sumisión y rebelión, y las posibilidades de esta ultima son muy limitadas.

    En ese mundo paralelo o limbo, solo se puede hacer esas dos cosas, y la existencia del ángel implica que ese mundo ya estaba preparado para que se tomara la opción rebelde.
    ¿Es entonces posible crear tu propio camino cuando solo tienes una vía para la permanencia y otra para la desaparición?

    En el tema de la violencia y el gore, hay que tener en cuenta una cosa, las cosas se pueden hacer bien o mal. Elfen lied y Higurashi, lo hacen bien, no es gratuito, forma parte de la trama y de la lírica que quiere trasmitir. En el caso de los asesinatos de los hermanos de Yuri, también se hace de forma magistral.
    En resumen, hay muchos caminos para llegar a la sensibilidad del espectador, lo importante es que se haga bien, una escena psicológica mal construida aburre tanto como una gore que no sepa llegar.

    Por ahora tanto el humor, como el drama, como los aspectos filosóficos, están siendo bien llevados, lo importante es que cambie la forma de llevarlos o no, se siga haciendo bien.

    15 abril 2010 en 12:55

  3. Mi principal temor al someter a comparación las estéticas de Elfen lied y Angel Beats! respecto de la (re)presentación de la violencia era generar una polémica innecesaria porque yo también considero acertado jugar la carta de la crudeza absoluta cuando forma parte de una propuesta que integra el contenido y la forma, es decir, cuando la experiencia traumática del personaje resulta imposible de transmitir sin mostrar los hechos. En Elfen lied, este recurso es utilizado con eficiencia al servicio de un relato profundo y conmocionante.
    Mi crítica no se dirigía a las series, sino a determinados espectadores que parecen haber olvidado cuán poderosa es la sugestión y cuán impactante puede ser lo oculto, lo oblicuo. Por suerte, este blog cuenta con lectores que realizan análisis muy sesudos como -Test Type- y Sertorio.

    15 abril 2010 en 17:12

  4. Radu

    yo de angel beast lo qe todavia no entiendo es como carajos llego a ese mundo primero kannade si ella vivio con el corazon del protagonista no seria logico qe llege yusuru primero?

    12 May 2012 en 18:57

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